Apoyo masivo del laborismo británico a la oferta de modernizacion de Kinnock
Neil Kinnock consiguió ayer el apoyo masivo del Partido Laborista a su estrategia de modernización de la oferta política del laborismo cuando el congreso de la formación opositora británica aprobó un documento que antepone el mecanismo de mercado al control centralizado de la economía. El laborismo no nacionalizaría, de llegar al poder, las industrias privatizadas por los conservadores. Kinnock, que el día anterior había conseguido un voto de confianza masivo, tiene por delante la ardua tarea de perfilar un programa que atraiga a un electorado que en un altísimo porcentaje considera inelegible la alternativa laborista.
La victoria de Kinnock sobre la izquierda dogmática del laborismo encarnada en Tony Benn, por una relación de nueve a uno, deja las manos libres para proseguir la compleja y arriesgada tarea de concurrir ante el electorado con un nuevo programa económico. En la práctica, éste pretende responder al hecho de que "alrededor de uno de cada siete electores" posee acciones en grupos privatizados, según reconoce la dirección del partido, "una situación a la que no tenían que enfrentarse anteriores planes para incrementar" la participación social en el capital."El mecanismo de mercado es un método satisfactorio para determinar el aprovisionamiento y el consumo", dice el documento aprobado ayer, titulado Valores y objetivos socialistas democráticos, en el que la izquierda ve una desvergonzada traición a los principios socialistas y un propósito de gestionar el capitalismo como lo hacen los conservadores.
Libertad e igualdad
Roy Hattersley, vicelíder del partido, dijo desde la tribuna que el objetivo del socialismo es ofrecer igualdad. "Estamos por la libertad que trae más igualdad, por una sociedad en la que poder y riqueza estén más repartidos". La libertad que persigue la actual dirección laborista pasa por un mayor énfasis de los mecanismos del mercado, según Hattersley.
Los esfuerzos de Kinnock por modificar las estrategias laboristas se producen en un momento en que "la moral en las bases del partido se halla en el momento más bajo de la historia", según una publicación de un grupo de afiliados que apoya a Kinnock.
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