Ferrer Salat: "Este país se ha dedicado al alma y ha abandonado el cuerpo"

ENVIADO ESPECIALCarlos Ferrer Salat, 57 años, presidente del COE y único miembro español en el COI tras el presidente Samaranch, procura últimamente llevar una lista de los resultados que obtienen los deportistas españoles, lista que actualiza constantemente a mano, para evitar que la Prensa le pille en renuncios: "Me salen 4 medallas y 15 diplomas. En fin, es lo que hay, el problema es que este país se ha dedicado durante mucho tiempo al alma y ha abandonado el cuerpo y, claro, estamos pagando las consecuencias".

Ferrer Salat no parece fácil presa en las situaciones conflictivas: "Cuando hay problemas alcanzo mi nivel de felicidad". Y en estos Juegos no ha andado sobrado de algunos de ellos".Pregunta. Da la sensación de que se sorprende de todo lo que pasa en el deporte español.

Respuesta. No tanto. El ambiente deportivo lo conozco mucho y lo he vivido muy intensamente. Me encuentro cómodo, aunque ahora no esté como deportista. Otra cosa diferente es lo que ve la Prensa. En este sentido comprendo que el periodista busque la noticia, y que eso va en la naturaleza humana, que se busca más una noticia dramática que una feliz.

Malas noticias

P. ¿Se ha encontrado acorralado por las malas noticias en estos Juegos?.

R. No. Alcanzo mi felicidad cuando hay problemas. Cuando no hay problemas me viene mi peor enemigo, que es el aburrimiento. Aquí la cosa estaba muy entretenida porque tenía tres funciones distintas: una como miembro del COI, que me ocupó la primera semana y parte de la segunda; después, como miembro del COOB 92 porque al ser vicepresidente primero y no estar el alcalde de Barcelona, que es el presidente, asumía la representación de Barcelona en estos Juegos durante unos días. Y en tercer lugar, y el más importante en estos momentos, estaba como presidente del COE y de la delegación española, que ha sido muy numerosa, con casi 400 miembros. Y en estos casos, te concentras donde hay problemas. Luego también estaba la visita de la familia real que, no lo olvidemos, eran huéspedes nuestros. Así que he estado entretenido. Y en este sentido me ha parecido una experiencia formidable.

P. En el capítulo de problemas, la actuación de la delegación española, en lo que se refiere a su cúpula, parecen haber existido muchos defectos.

R. Todo es perfeccionable, pero comparativamente con lo que ha habido en otras ocasiones, el servicio ha mejorado mucho. Hay un jefe de misión, cuya función hay que respetar. Se trataba de darle mejor servicio a los atletas y eso se ha hecho. Creo que se ha dado una buena atención médica a todos los atletas, mejor que en cualquier otra ocasión.

P. Los que más se han quejado han sido los jugadores de la selección de baloncesto.

R. Pues son los que menos se tienen que quejar porque hemos hecho por ellos muchísimo. Porque lo de las secretarias lo hemos hecho por ellos, porque esté allí el apuntador, cómo se llama, Padilla. Hemos hecho lo indecible.

P. ¿No ha observado que a Seúl se ha desplazado mucho español a hacerse fotos?

R. Si se les fotografía es porque piensan que pueden interesar al lector.

P. ¿Le molesta que las cuatro medallas se las apunten unos y al COE le apunten los dos casos de doping?

R. Si fuera así, sí; porque sería injusto. Hay que asumir los éxitos y los fracasos. Creo que como en una empresa, hay un balance, un activo y un pasivo, si el activo es más alto que el pasivo la empresa florece. Aquí el activo es superior.

P. Pero en el caso del doping tratarlo como pasivo es un poco fuerte.

R. No deja de ser un pasivo.