Fraude de oro

Hace tan sólo 10 días, entre antorchas y banderas, dos deportistas en representación de los demás hacían un llamamiento público al cumplimiento de las normas en los Juegos Olímpicos. Parece ser que Ben Johnson no se sintió obligado por estas palabras y utilizó drogas ilegales para mejorar su actuación en las pistas. Fue descubierto y cambió sus horas de gloria por años en desgracia.Las normas forman parte de la definición del deporte. Para cualquier deportista o espectador, amateur o profesional, campeón mundial o miembro del equipo escolar, si no hay normas una carrera se convierte simplemente en correr; el tenis, en darle a la bola, y el boxeo, sólo en bronca.

Las recompensas del triunfo siempre fueron una tentación para los deportistas. En la antigüedad, la corona de laurel era sólo el comienzo. El regreso al hogar era seguido de premios monetarios, estatuas al héroe e incluso subvenciones vitalicias.

La utilización de drogas por los atletas es el fraude actual. Algunos son tan arrogantes que creen que pueden tomar esteroides anabolizantes con total impunidad si pueden encubrirlo. Nada es comparable a la tragedia del hombre más rápido del mundo. Pero puede ser un gran día para los Juegos. únicamente las normas del atletismo protegen su existencia como deporte. Sólo su estricto cumplimiento puede proteger el nombre de los atletas de la vergüenza.

28 de septiembre