Patronal y sindicatos culpan a Solchaga de dificultar la futura negociación colectiva

La patronal CEOE y los sindicatos CC OO y UGT responsabilizan al ministro Carlos Solchaga de dificultar la próxima negociación colectiva y provocar que se desarrolle con conflictividad. La sugerencia del ministro para que en 1989 se pacten incrementos salariales en torno a la previsión de inflación entra en contradicción, según los empresarios, con el incremento del 5,59% pactado por el propio Gobierno con los fiancionarios.

El secretario general de Comisiones Obreras, Antonio Gutiérrez, considera imposible e incluso irresponsable negociar en torno al 3% y añade que si en las empresas públicas se intenta, "el Gobierno provocará una conflictividad que no es necesaria". Este sindicato, reclamará incrementos salariales del 7% "como punto de partida".Gutiérrez no quiere responder a Solchaga, sino al conjunto del Gobierno que, en su opinión, "sólo es capaz de aplicar políticas de ajuste". El dirigente de CC OO afirma que si fue Felipe González quien generó expectativas de negociación, debe ser él quien lo explique y "no ministros que pierden los papeles".

En la CEOE, las declaraciones del ministro de Economía han creado cierto malestar, y sus dirigentes piensan que no contribuyen a facilitar el clima de concertación. Un portavoz de la patronal ha manifestado que "precisamente al día siguiente de que la CEOE hiciera una oferta de diálogo no se puede salir con amenazas a los empresarios privados al mismo tiempo que presentar unos Presupuestos que no son antiinflacionistas".

Apolinar Rodríguez, responsable de acción sindical de UGT, afirma que el ministro de Economía "está fuera de la realidad" y entiende que sus recomendaciones no van a facilitar la negociación colectiva. Este dirigente asegura que, "quieran o no la patronal y Solchaga, los trabajadores van a mejorar el poder adquisitivo". En su opinión, ya se ha tocado techo en el papel antiinflacionista de los salarios y ahora es necesaria una política estructural de precios.

La UGT decidirá "lo más tarde posible" el incremento salarial que va a reclamar en los convenios y defenderá la moderación salarial entendida como mejora real de los salarios, con aplicación de las cláusulas de garantía y siempre que haya una previsión de inflación realista.