Ozal agita el fantasma de la violencia en Turquía

El primer ministro turco, Turgut Ozal, agitó ayer nuevamente el fantasma de la violencia de los años setenta, en los que murieron cerca de 6.000 personas en actos terroristas, durante su última intervención televisada antes del referéndum que se celebra hoy en el país. Ozal reiteró que dimitirá si el resultado de la consulta -celebrada para adelantar elecciones municipales, pero convertida en un voto de confianza para el primer ministro- no es satisfactorio para él.En contra de lo que se esperaba, Ozal no fijó el porcentaje de votos en favor del sí necesario para permanecer en el poder. El no, propugnado por la oposición, llegará al 68,7% de los votos, contra el 31,3% en favor del sí, defendido por el Gobierno, según una encuesta publicada ayer en el diario de gran tirada Sabah. Frente a la ausencia de anuncios importantes por parte de Ozal, en Ankara circularon versiones sobre la posibilidad de que el jefe del Gobierno presente la dimisión tras el cierre de los colegios electorales.

La última carta de Ozal para ganar votos ha fracasado. El levantador de pesas turco Naini Suleymanoglu no llegó ayer a Ankara para participaren en un acto de apoyo a Ozal. El atleta, medallla de oro en los Juegos Olímpicos de Seúl, está considerado un héroe nacional. El avión presidencial, en el que debía regresar el atleta a Turquía, no logró despegar en Singapur por un fallo técnico.