El cianuro hallado en el cadáver de Escobedo no era mortal

El cianuro encontrado en el cadáver de Rafael Escobedo no era mortal, según los expertos. Los pulmones de Escobedo contenían 14 miligramos de cianuro y en la sangre sólo se han detectado 0,045 miligramos por 100 centímetros cúbicos, según los análisis de vísceras realizados por el Instituto Nacional de Toxicología, de Madrid. También se han detectado restos del veneno en el estómago y en el riñón.Estas cantidades, según una fuente del citado instituto, permiten concluir que el tóxico fue inhalado, y en principio no parecen ser mortales, puesto que la dosis letal para un hombre de unos 70 kilos oscila ente los 140 y 300 miligramos, y se considera que los restos en sangre deben superar los 0,5 miligramos por 100 centímetros cúbicos, es decir, 10 veces más que las cantidades detectadas en la autopsia.

El cianuro encontrado en los pulmones de Rafí puede proceder de la droga (cocaína y heroína) que esnifaba desde dos o tres meses antes de la muerte. El cianuro, en diversas formas (potásico, sódico, etc.), así como los polvos de talco, o la estricnina, suele ser utilizado por algunos traficantes para cortar las drogas.

Los expertos consultados por este periódico no han querido pronunciarse sobre la incidencia del cianuro en la muerte de Escobedo, y precisaron que no se podía descartar nada. Estos expertos indicaron que por los restos hallados en la víctima no puede determinarse si se trató de un suicidio o de un homicidio. No parece probable que el veneno fuera la causa directa de la muerte, aunque no elimina la posibilidad, apuntada por el abogado de Escobedo, Marcos García Montes, de que el tóxico le hubiera producido un atontamiento e incluso una pérdida de consciencia y que otra persona lo hubiera colgado de la sábana.

Fernando Andreu, juez de Laredo y Santoña, declaró ayer a este periódico que, en principio, no considera necesaria la exhumación del cadáver de Rafi Escobedo para la práctica de una segunda autopsia, informa Jesús Delgado desde Santander.

Lo mismo que su antecesor en el cargo, el juez José Antonio Alonso, Andreu estima que la autopsia, realizada por la forense Gabriela González Pardo, fue realizada con todas las garantías.

El juez instructor prosigue la investigación para averiguar, estrictamente, cómo se produjo la muerte de Escobedo. La semana próxima tomará declaración a algunos reclusos y al propio director de El Dueso, lo que no ha llevado a cabo ya por haberse presentado contra aquél y el propio director general de Instituciones Penitenciarias una querella criminal por el abogado García Montes.

Este letrado informó ayer que el juez ha admitido su petición de que se reconstruya el momento de descubrimiento del cadáver.