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Un presunto 'etarra' muere en un tiroteo en el centro de San Sebastián

Miguel Castresana Razquin, de 30 años, presunto miembro del comando Donostia de la organización terrorista ETA, murió sobre las 20.30 de ayer por disparos de la policía en la plaza de Guipúzcoa, en pleno centro de San Sebastián, según informaron testigos presenciales y fuentes de la policía. Previamente, la víctima había herido de bala a un inspector que intentaba detenerle. La plaza registraba a esa hora una gran concurrencia de ciudadanos.

Tras los disparos -cinco o seis en total-, fue capturada la acompañante del supuesto etarra. En el momento de la detención, la mujer gritó: "¡Gora ETA Militarra, gora Euskadi askatuta!" (¡viva ETA Militar, viva Euskadi libre!).Fuentes policiales explicaron que el presunto terrorista disparó en primer lugar, cuando salía del bar Bidasoa, sito en la plaza de Guipúzcoa, y después de que el policía intentara detenerle. Ambos mantuvieron un forcejeo y en seguida comenzaron los tiros.

El hecho de que cientos de personas se encontraran en esos momentos en los alrededores propició los disparos mortales de los agentes, según informaron anoche las referidas fuentes policiales. "No hubo más remedio que matarle", señalaron.

Tras concluir los disparos, una gran cantidad de personas se arremolinó en el lugar del suceso. Una hora después del tiroteo aún permanecía tendido en el suelo el cuerpo de Miguel Castresana, natural de la localidad guipuzcoana de Lasarte, cubierto por una manta.

Un testigo presencial aseguraba en el lugar de los hechos que de las ropas del cadáver los agentes tomaron un carné de identidad y, aparentemente, una placa de policía que se cayó al suelo. Los agentes retiraron poco después el carrete de fotos a un redactor gráfico de El Diario Vasco, de San Sebastián, que había acudido tras producirse los disparos.

Al cierre de esta edición, el Gobierno Civil de Guipúzcoa no había facilitado todavía la identidad de la compañera del fallecido. Testigos presenciales señalaron que una tercera persona fue detenida también por la policía, pero, al parecer, no tiene ninguna vinculación con el comando.

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La policía siguió a los terroristas por diversas calles de San Sebastián

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Las camareras de un bar próximo a los hechos afirmaron que momentos antes de que se escucharan los disparos vieron a un grupo de hombres, cuatro o cinco, que forcejeaban y gritaban. Al escuchar las detonaciones, la gente que se encontraba en la zona, uno de los puntos más frecuentados de la ciudad, buscó refugio precipitadamente en los bares y portales. El cadáver de Miguel Castresana, que se encontraba tumbado en la acera, boca abajo y cubierto por una manta, presentaba varios orificios, uno de ellos en un ojo y otro en el cuello. Tanto él como la joven detenida iban armados, dato que avala la posibilidad de que pertenecieran a un comando de liberados -a sueldo- de ETA Militar-, salvo que fueran legales -no fichados- y portaran armas para efectuar algún atentado.

La policía, que les venía siguiendo en coches y, motos camuflados, les sorprendió cuando se disponían a introducirse en el bar Bidasoa, en la plaza de Guipúzcoa, lugar en el que se encuentra la sede de Herri Batasuna.

Un reducido grupo de personas que se encontraba entre el público aplaudió y levantó el puño cuando los miembros de la Cruz Roja se llevaron el cadáver, siguiendo la órdenes del titular del Juzgado de Instrucción número 1 de San Sebastián, Antonio Giménez Pericás.

La policía recogió en el lugar vanos casquillos de bala y fotografió el escenario del suceso. El Gobierno Civil de Guipúzcoa no confirmó ayer, aunque tampoco desmintió, que la pareja de supuestos activistas fuera seguida por la policía, y tampoco facilitó la identidad de la mujer detenida. También fue detenida otra persona, pero al parecer no pertenecía al comando.

El herido es un miembro del Cuerpo Nacional de Policía que estaba siendo operado a las once de la noche de ayer en la policlínica de San Sebastián. Tenía una herida de bala en un brazo, con orificio de entrada y salida, y su pronóstico no era de gravedad.

La noticia obligó al alcalde de la ciudad, Xabier Albistur, a ausentarse del palacio del Festival Internacional de Cine, que se clausurará hoy. Numerosos periodistas españoles y extranjeros, acreditados en el festival, acudieron también al lugar de los hechos para interesarse por lo sucedido.

El gobernador civil de Guipúzcoa, José Ramón Goñi Tirapu, señaló ayer que el cadáver de Castresana pudo ser identificado una vez que el juez permitió que se le tomaran las huellas dactilares, pues la documentación que portaba era falsa.

Goñi Tirapu señaló también que el presunto miembro de la organización terrorista ETA logró huir de la policía en el mes de julio de este mismo año, cuando fueron detenidos en San Sebastián el miembro del comando Donostia Juan Miguel Latasa Guetaria y otros colaboradores de la banda terrorista. Según el gobernador civil, al fallecido se le atribuyen numerosos atentados.

Por otro lado, una vez conocida la noticia se produjeron en el casco viejo de San Sebastián y en el lugar en el que tuvieron lugar los hechos numerosos incidentes. Un autobús urbano y un coche de matrícula francesa fueron incendiados. También numerosos vehículos fueron volcados en la calzada.

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