Interior renueva y potencia sus instrumentos políticos

Los cambios de altos cargos y de gobernadores civiles decididos el pasado viernes por el Consejo de Ministros confirman el criterio gubernamental de potenciar los instrumentos políticos de que dispone el Ministerio del Interior, un departamento que había centrado todas sus preocupaciones en la lucha antiterrorista. La operación confirma además que el Ejecutivo está lejos de prescindir de los gobernadores civiles, en contra de las peticiones realizadas por parte de la oposición.

El Gobierno prosiguió el viernes pasado con la operación de relevo iniciada a principios de septiembre, que aún no ha terminado. Quince gobernadores civiles se han visto afectados por esta segunda etapa -algunos por permuta de puesto con los de otras provincias- y al frente de todos ellos se sitúa la nueva directora de Política Interior, Carmen Briones, de 40 años, una persona con fama de organizadora, que acompañó a José Barrionuevo a lo largo de su trayectoria en Interior.Algunos de los nuevos gobernadores son personas de escasa experiencia en la Administración y nula relación con asuntos de orden público, pero tienen la confianza del partido socialista. Es el caso del responsable del PSOE en Zaragoza, Carlos Pérez Anadón, quien accede ahora a la delegación del Gobierno en Aragón y al gobierno civil de Zaragoza. Entre los nuevos gobernadores figura un antiguo ugetista de la federación de químicas, Ángel Olivares Ramírez, destinado a Ávila, quien hasta ahora llevaba asuntos de personal en la Diputación de Burgos.

También es significativa la reforma de los instrumentos del Ministerio del Interior para la información y la imagen hacia el exterior. El ministro ha optado por centralizar y coordinar todos esos servicios en una nueva oficina, que responde al modelo ya ensayado por Narcís Serra en Defensa, y ha situado al frente de la misma al periodista Agustín Valladolid. También ha creado una nueva dirección de servicios, encargada de los problemas de personal.

Al margen de Interior, el Gobierno ha cubierto con un técnico -ahora vinculado al Instituto de Cooperación Iberoamericana- un puesto tan sensible como el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el instrumento del que se sirve la Moncloa para medir la evolución de la opinión pública y las expectativas preelectorales. Al frente del Centro ha situado a Luis Rodríguez Zúñiga, de 46 años, catedrático de Teoría Sociológica, quien goza de prestigio en su sector.