El COI concedió los Juegos de Invierno de 1994 a Lillehammer
JUAN-JOSÉ FERNÁNDEZ ENVIADO ESPECIAL El COI, siguiendo su línea de sorpresas, concedió ayer los Juegos de Invierno de 1994, los primeros que ya no se celebrarán el mismo año que los de verano, a la ciudad noruega de Lillehammer, 180 kilómetros al norte de Oslo. Se esperaba una lucha entre Sofía y Ostersund-Are, la candidatura sueca, pero la búlgara fue eliminada en la primera votación. Pagó muy caro las presiones políticas que la hacían favorita. Se esperaba un triunfo nórdico, pero no de Lillehammer. El rey Carlos Gustavo de Suecia, que había venido a apoyar la candidatura de Ostersund-Are, presentada por quinta vez, estaba sentado en la primera fila de sillas instaladas en los jardines del hotel Shilla. Tras una larga ceremonia, obligada porque por primera vez, vía satélite, se hacía un programa multilateral para las cuatro ciudades candidatas, Juan Antonio Samaranch leyó el nombre ganador. La sorpresa fue total y sólo aplaudieron los propios miembros de la candidatura noruega. Bengt Sevelius, presidente de la Asociación Nacional de Deportes Suecos, declaró tras el fallo: "Es fracamente injusta la decisión. Es lo peor que podían haber hecho. Los directivos del COI ven a todos los países nórdicos como una unidad y pasarán muchos años hasta que una ciudad de mis país vuelva, a tener posibilidades de organizar unos Juegos".
Lillehammer era, teóricamente, la segunda posibilidad nórdica en méritos estrictamente deportivos. No se había presentado tantas veces, y con Ostersund ya se había solucionado casi su problema de distancia. Pero la candidatura noruega no sólo hizo hincapié en una mayor concentración de las pruebas en un radio tres veces menor, sino que la primera ministra, Gro Harlem Brundtland, tuvo una brillante intervención en la presentación del miércoles. Los miembros del COI, que están escaldados de política, quedaron extasiados ante las maravillas ecológicas y ambientales que les proponía la primera dama. Otra interpretación que se ha dado, con antagonismo de los miembros latinoamericanos, ha sido el voto de castigo a Suecia por no haber entrado ninguno en la comisión ejecutiva y sí hacerlo, en cambio, junto al surcoreano Kim, el sueco Ericsson.
En la primera votación, Lillehammer se destacó ya con 33 votos, pero el bloque sajón llevó a Anchorage al segundo lugar con 23, por delante de Ostersund, 19, y Sofía, eliminada, 17.
En la segunda ronda, curiosamente, los votos del Este se fueron en su mayoría a Ostersund, que sumó 33, por 30 de Lillehammer y 22 de Anchorage, segunda eliminada. El COI no quiere a las grandes potencias por una temporada después de muchos disgustos.Finalmente, en el mano a mano nórdico, a igualdad de medios técnicos, pero no persuasivos, Lillehammer se impuso por 45 a 39.
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