España sólo jugó 25 minutos para la esperanza
JOSÉ MARÍA SIRVENTENVIADO ESPECIAL
La selección española inició ayer una nueva etapa y con un único objetivo: clasificarse para el Mundial de 1990, que se disputará en Italia. Como todos los caminos conducen a Roma, España puede llegar de múltiples formas: por cómodas autopistas, por carreteras nacionales o de segundo orden e incluso por caminos vecinales. Se desconoce cuál escogerá, pero anoche, en el estadio Carlos Tartiere, de Oviedo, dio la impresión de ser como un bebé que camina tambaleante, protegido por los brazos paternales de Luis Suárez, el nuevo técnico, y ante la atenta mirada del novel abuelo Ángel María Villar, con el cargo de presidente de la federación también recién estrenado.
Suárez, que lo ha sido todo en el fútbol, es además gallego y quizá por estas dos cualidades no se complicó la vida en su debú como seleccionador. Hizo lo más lógico. Nada de inventos revolucion arios. Simplemente experimentó una táctica que utiliza la mayoría de los equipos: dos marcadores, un libre, con dos hombres de apoyo; tres centrocampistas fijos y dos hombres en punta, que a veces se convertían en tres. Para desarrollarla puso sobre el terreno de juego a unos hombres jóvenes, con ganas e ilusión y que se entregaron, a pesar de que el encuentro sólo tenía carácter amistoso y a pesar también de que se anuncia para ellos una época de austeridad económica federativa.
Aunque no dispusieron de tiempo para entrenarse ni para convivir juntos, los chicos de Suárez, durante los primeros veinticinco minutos del encuentro, jugaron casi con los ojos cerrados. Desplazaron el balón con rapidez, al primer toque y a los espacios abiertos. Tuvieron seguridad en defensa y crearon varias jugadas de peligro sobre la meta yugoslava. Casi nadie desentonó, ni siquiera el debutante inicial Patxi Salinas, aunque Roberto y Butragueño -el buitre se empeñó en hacer jugadas de patio de colegio-, situaron el listón por debajo de sus compañeros.
La clave del buen juego de España estuvo en el carril izquierdo, por el que Martín Vázquez y Beguiristain hicieron diabluras. Por -allí llegó el precioso gol de Michel y por allí fabricó otro Beguiristam, que no subió al marcador por considerar, quizá erróneamente, el colegiado portugués Da Silva Santos que se encontraba en posición antirreglamentaria.
El gol español fue un toque de atención para la selección yugoslava. Hasta entonces los hombres que supervisa el dicharachero Miljan Miljanic se habían limitado a cubrir el expediente. Algo les debió decir el montenegrino desde, la grada para que cambiaran radicalmente su juego y, demostraran el por qué la mayoría de ellos juegan fuera de su país.
España perdió la concentración, se relajó quizá porque acusó el ritmo trepidante que impuso inicialmente y pasó a ser dominada con claridad. Yuguslavia dispuso de un par de ocasiones en las que casi se cantó gol, pero fue incapaz de perforar la meta de Zubizarreta, que realizó un paradón a cabezazo de Bazilarevic, a falta de tres minutos para el descanso.
La pájara de la selección continuó nada más regresar sus jugadores del vestuario. Cuando todavía se estaban situando sobre el terreno de juego llegó el gol yugoslavo, casi tan bonito como el de Michel. También llegó el final anticipado de un partido al que le sobró todo el segundo tiempo y los cambios diplomáticos de Suárez -el asturiano Ablanedo encajó el gol apenas 10 segundos después de haberse situado entre los tres palos-, que acabaron por descomponer a toda la selección y que le costaron la derrota al final.
Empate en Belfast
Irlanda del Norte y la República de Irlanda empataron ayer a cero, en partido jugado en Belfast correspondiente a la fase de clasificación para el Mundial de Italia. Juan Santisteban, ayudante de Suárez, presenció el encuentro. Ambos equipos figuran en el grupo español, el sexto,junto con Hungría y Malta. Tras este partido, Irlanda del Norte suma tres puntos -ya ganó a Malta por 3-0-, y su rival de anoche sumó el primero. España y, Hungría aún no han debutado. Los húngaros lo harán el 19 de octubre frente a Irlanda del Norte, y los españoles iniciarán su andadura el 16 de noviembre, en Sevilla, contra la República de Irlanda.
En el grupo quinto: Noruega, 1; Escocia, 2. Y en el cuarto, Holanda, 1; Gales, 0 (gol de Gullit a siete minutos del final).
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