Malestar en el COI por el favoritismo de Sofía para los Juegos de Invierno de 1994
Políticamente, Sofía. Económicamente, Anchorage. Deportivamente, Ostersund-Are o Lillehammer. Éste es el panorama que se presenta hoy ante la elección de la ciudad que será sede de los Juegos de Invierno de 1994. Aunque Bulgaria parecía favorita, ya que quedó muy cerca de Albertville en la anterior convocatoria para 1992, ha producido cierto malestar entre los miembros occidentales del Comité Olímpico Internacional (COI) lo que puede considerarse un partidismo ciego del bloque del Este, sin comparar otros méritos con las restantes candidatas.La sensibilidad política parece haber llegado al COI, aunque haya sido con muchos años de retraso. Después de fracasos estrepitosos al elegir sedes tan conflictivas como Moscú, Los Ángeles o Seúl, ahora se empiezan a mirar, mucho más que los méritos deportivos, los deméritos políticos.
Miembros destacados del COI consideran que el hecho de que los países del Este estén en Seúl no debe pagarse otorgando, como premio, los Juegos de Invierno a Bulgaria. Según ello, las candidaturas nórdicas, las más deportivas siempre, sin connotaciones políticas en toda su historia y con la mayor tradición en la nieve y el hielo, pueden tener su oportunidad. Especialmente la sueca de Ostersund-Are, que ha batido el récord de tenacidad en intentos de conseguir unos Juegos, por lo demás nunca concedidos a Suecia. Lillehammer, la aspirante noruega, es más novel y, además, Oslo ya organizó la sexta edición, en 1952.
Si es por reunir todas las competiciones en menor espacio, Sofía, al margen de estrategias políticas, sería la ideal, pero también tiene en su contra la cercanía de la primera edición oriental de los Juegos, en Sarajevo 84.
En cuanto a Anchorage, su baza tiene desventajas: por ejemplo, tres Juegos en Norteamérica en los últimos ocho años, incluidos dos en su país, Lake Placid y Los Ángeles. Pero Anchorage tiene el punto que en los últimos tiempos interesa más a todo el mundo, incluido el COI: económicamente, la potencia de Alaska no admitiría comparación.
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