Es cosa de hombres

La calvicie es de origen hormonal. Los causantes de la calvicie, conocida científicamente como alopecia, son las hormonas masculinas o andrógenos, que al estar aumentados en el hombre producen una serie de trastornos de secreción grasa que conducen, en general, a la caída del cabello. Junto a esto, además, existe en quienes la padecen un componente añadido, el genético. "De abuelos calvos, nietos calvos", dicen los especialistas. Además, los individuos de pelo oscuro están mejor protegidos contra la calvicie que aquellos que poseen el cabello claro.

La calvicie comienza a los 14 o 15 años, Justo en el momento de la pubertad porque se producen desequilibrios hormonales y aumenta la testosterona.Con esos cambios pueden comenzar a aparecer los primeros signos de calvicie: las entradas en la parte anterior de la frente y en el vértice del cuero cabelludo. Con el tiempo, asegurán los expertos, la pérdida de cabello puede seguir avanzando o detenerse en las simples entradas o en la coronilla aunque el individuo no siga ningún tratamiento.

Esta detención del problema depende de la naturaleza genética de cada varón. Las mujeres, por tanto, están protegidas contra la calvicie, la pérdida de cabello nunca es tan marcada como en el hombre y, en todo caso, puede aparecer en la menopausia porque aumentan lo andrógenos. En la mujer dominan los estrógenos. Por ello una calvicie en el sexo femenino por razones hormonales se considera algo patológico mientras en el hombre es fisiológico

Sin embargo, existe una enfermedad, la llamada alopecia areata -el pelo se cae formando áreas o círculos- en la que la desaparición del cabello puede ser extrema y sin que pueda volverse a recuperar. "Esta pérdida, en algunos casos, llega a ser universal y, desaparece incluso el vello. Es decir afecta a todas las zonas del cuerpo, (cejas, pestañas, pubis ... ). Los que padecen la enfermedad tienen problemas de tipo psicológico psiquiátrico", indica Olmos.

Problemas pasajeros

Sin embargo, existen calvicies pasajeras. Es clecir, aquellas que se dan por falta de vítaminas: la A, la B, la C, por razones metabólicas: anemias o, por una carencia de aminoácidos como la cistina.Las enfermedades que producen debilitamiento -obligan a guardar reposo durante un tiempo-, o el período del postparto en la mujer; pueden conducir a pérdidas de cabello temporales, pero éste se recupera. "Es una pérdida momentánea que no tiene nada que ver con la calvicie hipocrática del hombre, en la que se produce una caída de cabello irrecuperable", afirma Luis Olmos, profesor titular de Dermatología en el Hospital Clínico de San Carlos de Madrid.

De hecho, -añade- el cabello de los pabellones auriculares situado en el temporal y en el occipital, nunca se cae. Por ello, estas zonas son las que sirven para realizar los transplantes de cabello y repoblar la zona calva". También la pérdida de pelo como consecuencía de la quimioterapia, es pasajera porque no se trata de algo constitucional en el individuo. Cuando desaparece el tratamiento al que está sometido el paciente, comienza a recuperarse el cabello. Lo mismo ocurre cuando la caída se debe a un foco séptico: muelas picadas, sinusitis o amigdalitis. "La única que no tiene solución es la androgénica, dice Luis Olmos, "porque si la tuviera no existirían los calvos". Olmos considera que la higiene es importantísima porque las hormonas masculinas fabrican mucha más grasa y más seborrea y por tanto, el paciente si no tiene una higiene adecuada puede contribuir a que el problema se agudice.

"El ritmo de vida del incipiente alopécico tiene", según Olmos, "una gran transcendencia en el proceso de pérdida del cabello. Este ritmo ha de ser regular, con una alimentación normal y sobre todo,sana, pocos tóxicos y ningún excitante como puede ser el café, el tabaco, el alcohol o la contaminación". En un estudio reciente en el que se trató durante 48 semanas a pacientes con un determinado patrón de calvicie según la escala de Hamilton, con determinada edad, diámetro del área calva y determinada evolución de la alopecia, aplicándoles un producto farmacéutico, el minoxidil, "sí se ha demostrado una eficacia en el retroceso del proceso alopécico", según afirma Eduardo López Bran, profesor colaborador de la cátedra de Dermatología del Hospital Universitario de San Carlos de Madrid, quien participó en el citado estudio europeo.

"Entre el 35% y el 40%, de los pacientes tratados obtuvieron una repoblación y una detención de la caída del cabello. En este estudio también se demostró que cuanto más incipiente era la calvicie más eficacia presentaba el tratamiento con minoxidil", concluye.