Grff ... acias

Gracias a Dios, de vuelta a casa. Y un año más, gracias a todos. Gracias a los que habéis adelantado en las rasantes y en las curvas derrochando un valor que nunca sabrán apreciar los niños que llevabais durmiendo. A vosotros, que me dejasteis ciego intermitente con vuestras potentes luces largas, pudiendo darme más envidia con las cortas. A ti, que desplegaste tu mantel-estandarte para invitarme a mondas de naranja, plátano y pera desde tu ventanilla sin que tu marido te partiese la cara. A vosotros, los amantes de la naturaleza, que me tiráis los emboquillados rabiosos de fuego sin apreciar el costoso cenicero que vuestro lujoso coche ya trae de serie. Os lo juro.A los afortunadamente pocos camioneros que mientras más ejes dominabais menos paso libre dejabais, olvidando vuestro señorÍo y cortesía que con justicia os hizo los reyes de la ruta. De vosotros tampoco me olvido; gracias por no dar esas lucecitas de los laterales ni aunque os maten, si es que os funcionan, porque el interminente, hoy día, es un lujo y para eso estamos los demás, para intuir como Raphel. Gracias a vosotros también, extranjeros y nacionales que os movéis de vacaciones a modo de entierro y a veces lo lográis, adelantando los cuatro a la vez para no perder al líder que os encabeza, formando una serpiente de verano con picadura mortal. También mi agradecimiento a los reyes del adelantamiento múltiple que cuando te ven venir de frente no se incorporan a su caravana porque es mejor dar las largas de "¡allá voy!" y hacerte vivir un rato de campo mandándote a la plantación de girasoles.

Gracias a esos ases del volante que manejan autocares con 60 vidas y que se sienten frustrados por no haber participado en el París-Dakar y no hay forma humana de adelantarlos en los puertos, ni subiendo ni bajando, ni en rectas ni en curvas, metiéndote su logotipo por tu retrovisor. Y gracias a esas parejas de la agrupación de tráfico obsesionadas en detener y multar a las vespinos de verano con dos playeros ocupantes -casi siempre monísimas- mientras su bloc no les permite visualizar una procesión de vehículos-hormiguero s con más de 10 ocupantes; un carnión lleno de finas vigas sobresaliendo más de metro y medio y sin trapito rojo; coches sin luces o tuertos y giros y adelantamientos que el Código y el corazón más duro prohiben.

Ya en casa, uno piensa en esta especial operación bochorno que nosotros mismos nos hemos inventado. Luego oyes el parte y te dan la cifra de víctimas. Y me consuela que no pase del centenar. Por lo que se ve, en las carreteras teníamos que caer como chinches. Y gracias a todos vosotros. Ahora tendré a mi ángel de la guarda mes y medio con taquicardia. Grrracias