Alentadoras señales en Birmania

Birmania está siendo testigo de una demostración elemental de poder popular. Los cambios están teniendo lugar sin ayudas de ningún tipo, ni abiertas ni encubiertas, y el movimiento de protesta carece de un liderazgo conocido. Los birmanos parecen estar cerca de desalojar del poder a la dictadura de partido único que impera desde hace 26 años. Sin embargo, el ritmo del cambio y la falta de un líder dan la impresión de inestabilidad, incluso de caos.Las protestas comenzaron el año pasado y fueron motivadas por el desastre económico. Pero tras la reciente elección del general Sein Lwin como presidente del país, la población se lanzó a las calles, mezclando el temor con la ira, y se enfrentó al Ejército. Sein Lwin fue reemplazado por Maung Maung, que inmediatamente convocó un referéndum sobre el mandato del partido único para el 12 de septiembre.

Es dificil saber en qué desembocará el movimiento de protesta, pero ciertas señales son alentadoras. Los manifestantes, antes sólo movidos por sus quejas sobre la situación económica, empiezan a pedir también una democracia pluralista.

En un país olvidado por el resto del mundo, la población ha conseguido poner contra las cuerdas al poder establecido. El resto de países debe alegrarse y permanecer dispuesto a ofrecer ayuda concreta a Birmania en el futuro proceso de reconstrucción.

29 de agosto