Los Emmy optarán este año entre la ruptura y el continuismo

La próxima madrugada tendrá lugar en Los Ángeles la cuadragésima edición de la entrega de los premios Emmy, el máximo galardón televisivo que otorga la poderosa industria norteamericana. Al igual que ocurre con los Oscar, hay una larga serie de premios diferentes, de los cuales los más importantes son los referidos a los telefilmes emitidos en Estados Unidos en la temporada 1987-1988, divididos a su vez en dos grandes secciones: comedias y dramáticos. Además se otorgan premios a la mejor miniserie del año y al mejor programa de variedades.Este año, la entrega de los Emmy ha alcanzado una especial relevancia por diferentes razones. Por un lado, debido a que se celebra su edición número 40, lo cual es sin duda un acontecimiento. Con este motivo, la Academia de Televisión, Artes y Ciencias, que concede los galardones, ha decidido introducir este año unos criterios de valoración distintos que permitan, según su juicio, premiar valores de calidad por encima del simple re conocimiento de la popularidad de los programas. Este nuevo sistema ha hecho que nombres como el de Bill Cosby, el gran rey de los rankings de audiencia, hayan quedado fuera incluso de la lista de candidatos. A cambio, series como El local de Frank, La bella y la bestia o Treinta y tantos, que en la clasificación de audiencia de la temporada pasada figuraban en los puestos 50º, 40º y 37º, respectivamente, están entre los candidatos a los máximos premios.

Otro de los elementos revalorizantes de la edición de este año de los Emmy es el hecho de que accidentalmente la celebración significará también el primer acto público de vuelta a la normalidad tras los cinco meses de huelga de los guionistas, que finalizó hace tres semanas. De haber continuado el conflicto, difícilmente se hubiera podido celebrar el acto con su habitual esplendor y, lo que hubiera sido más grave aún, la nueva temporada televisiva hubiera tenido que realizarse con material a emitido con anterioridad.

Sorpresas aparte, son también candidatos a los Emmy algunos de los telefilmes más populares de las últimas temporadas, algunos de ellos conocidos en España, como Las chicas de oro o La ley de Los Angeles, y otros que comenzarán a emitirse próximamente, como Juzgado de noche o Cheers.

'Dramedias'

Una de las características fundamentales de la televisión norteamericana, la estandarización de los géneros y los formatos de realización, parece que puede comenzar a romperse en los tiempos que se avecinan. La entrega de los cuadragésimos premios Emmy posiblemente marque el comienzo de este proceso. El nuevo camino parece marcado por la ruptura de muchos de los límites fronterizos marcados hasta ahora. La aventura de intentar hacer estallar los moldes establecidos correrá esta madrugada a cargo de un nuevo concepto: las dramedies, es decir, las dramedias.Las dramedias han sido la última moda de la temporada pasada en Estados Unidos. Se trata de telefilmes que combinan fórmulas reservadas al campo de los dramáticos con otras específicas de las comedias. Al igual que desde finales de los sesenta proliferaron los docudramas, que introdujeron un nuevo género basado en adaptar -y habitualmente desvirtuar- acontecimientos reales mezclados con elementos de ficción, las dramedias intentan dar un aspecto modernizado a las ideas de siempre

Moldes convencionales

Hasta ahora, las telecomedias de situación se hacían siempre en vídeo, en decorados interiores, ambientes familiares, toda clase de situaciones equívocas y enredos en el guión y una duración de 25 minutos. Para hacer dramáticos había que utilizar el soporte cine, con abundancia de exteriores, una escenografía y un vestuario especialmente cuidados y una duración de 50 minutos por episodio.En la actual edición de los Emmy, series como El local de Frank, La bella y la bestia y Treinta y tantos intentarán competir frente a los moldes establecidos El hecho de que figuren entre las principales candidatas es ya una importante novedad y supone, al menos, un cierto reconocimiento de la academia de que la industria norteamericana está empezando a replantearse algunos de sus esquemas más convencionales, no sólo en su estructura empresarial -baste citar el ejemplo de la reciente huelga de guionistas-, sino también de sus esquemas creativos y de producción.

Todas estas consideraciones hacen de esta cuadragésima edición de los Emmy un acontecimiento que rebasa su importancia habitual. Los galardonados esta madrugada pasarán a ser en los próximos meses populares personajes en todo el mundo.