Marcial reposición

TVE repone la serie británica de historia militar Soldados, que emitió el año pasado en la mañana de los domingos.Es una singular y quizá polémica decisión que va a perturbar las cenas con montones de reposiciones, alaridos de batalla, entrechocar de espadas, estruendo de caballería, y gemidos de moribundos.

Soldados es, ya lo señalamos en su momento, una buena serie documental; eso no evita, sin embargo, que esté lastrada ideológicamente por una excesiva complacencia con el hecho militar.

Nada puede objetarse a una aproximación a la Historia desde el ángulo de las armas y los combatientes. Los ingenios bélicos, la táctica y la guerra han jugado un importante papel en el auge y caída de las civilizaciones como ya argumentó Arnold Toynbee. El estudio de la panoplia militar de cada época explica muchas cosas.

Pero una mirada sobre la guerra debe estar teñida de un cierto grado de horror, y en Soldados ese horror se confía sólo a las conciencias de los espectadores. Hay en la serie, eso sí mucha fascinación por las armas, por los uniformes, por la estrategia, por la heroicidad, por la disciplina.

Todos los individuos que aparecen en los distintos capítulos, desde los militares de carrera hasta el ex legionario, pasando por el veterano de la Gran Guerra y el experto en el análisis de las campañas hitlerianas rezuman un bastante insano interés por el hecho bélico en sí, obviando sus circunstancias, sus resultados, su miseria esencial.

Hay que insistir en que Soldados es un programa de gran interés, muy bien confeccionado a base de imágenes documentales, fragmentos de filmes, entrevistas y pequeñas dramatizaciones, pero eso no compensa la falta de una mirada crítica sobre el fenómeno bélico.

Soldados se emite hoy a las 21.20 en TVE1.