Ciclo infernal
Huelgas salvajes, ocupaciones, medidas policiales de intimidación, reuniones de urgencia, ultimátum de Solidaridad, llamamiento desesperado de un obispo a la negociación... El ciclo infernal ha comenzado otra vez en Polonia.Hace dos semanas, el ex responsable de Solidaridad para la región de Varsovia Zbigniew Bujak advertía que el otoño sería caliente. Una vez más, el poder y los dirigentes de la oposición se encuentran desbordados por sus bases. Además, el general Jaruzelski se había ido de vacaciones en estos finales de agosto, tradicionalmente marcados por la celebración del aniversario de los acuerdos de Gdansk, hechos que, el 31 de agosto de 1980, fueron el origen de Solidaridad. Walesa, aunque no hubiera previsto un recrudecimiento tan rápido de la tensión, no estaba inactivo precisamente: el 28 de agosto se había comprometido a presentar las grandes líneas del nuevo programa de actividades de Slidaridad.
La amarga lección de las huelgas llevadas a cabo los pasados meses de abril y mayo, sin vencedores ni vencidos, no ha desalentado a los trabajadores polacos. En mayo, un huelguista de los astilleros navales había advertido que el final de la huelga no era una derrota, sino un alto el fuego. La batalla ha comenzado otra vez y cada uno está en su puesto: Lech Walesa, quizá una vez más a pesar suyo, en la avanzadilla, y los zomos, alrededor de las empresas en huelga.
23 de agosto
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