Guerra inútil
En la ingenuidad de mis 17 años, lo que más me ha chocado en el desenlace del conflicto irano-iraquí ha sido la inutilidad del mismo. Después de ocho años de guerra, los dos países han decidido aceptar Wresolución 598 de la ONU, en la cual, entre otras cosas, dichos países aceptan como límites territoriales las fronteras existentes en 1980. En resumen, para que nu mente joven se aclare: ¿esta guerra no ha servido para nada?Mentira. Desde luego no ha servido para nada bueno. Ha servido para acabar con las vidas de un millón de personas, de las cuales la parte iraní se ha convertido en nuevos mártires que alabar. Ha servido para acabar de hundir la ya renqueante economía de estos países, ha contribuido a acrecentar la inestabilidad de Oriente Próximo y ha influido sobre la economía mundial (petróleo, armas, etcétera). Sin contar sus repercusiones políticas, como el famoso Irangate.
Tantos hechos acaecidos inútilmente chocan en una mente de adolescente aún repleta de utopías. En efecto, cuando el conflicto comenzó -tendría yo nueve años- pensé: ganarán los buenos y perderán los malos. Mi desilusión ha sido terrible al enterarme, ocho años más tarde, que las cosas han vuelto al punto de partida gracias a la generosidad de las dos superpotencias que llevan la batuta de este mundo. Generosidad que se debe a la tajada que se van a llevar cada una de ellas: una recuperación del candidato republicano Bush en la carrera hacia la Casa Blanca, y del otro lado, un acercamiento entre Teherán y Moscú, lo que facilitará sus intenciones en Kabul. En todo este asunto mi mente pueril se indigna ante estas maniobras políticas que no buscan más que el provecho de cada nación. Ante estas situacio nes que me repugnan me alegro de la puerilidad de mis pensa mientos y espero no llegar nunca a admitir y aprobar hechos similares- Carlos Camps Sinisterra,
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