Las acusaciones del fiscal

La Audiencia Provincial de Madrid, tras casi un año sin realizar ninguna actuación, decidió recientemente reactivar el caso por la muerte de los atracadores del taller de joyería de Atocha y ordenar la realización de nuevas pruebas sobre el mismo, pruebas que habían sido solicitadas por el fiscal y la acusación en. mayo de 1987 (ver EL PAÍS del pasado 4 de junio).Mientras, la fiscalía de la Audiencia Territorial de Madrid ha elaborado un informe en el que acusa a los siete policías que intervinieron en Atocha el 18 de junio de 1984 del asesinato de los atracadores. El fiscal, en concreto, acusa a los inspectores Francisco Javier Fernández Álvarez -actualmente comisario-, José María Pérez Gutiérrez y Jaime Ignacio Cabezas de Herrera del asesinato en el inmueble de Atocha de los atracadores Feliciano Martín de Paredes y Pablo Pardo Ruiz, así como de la muerte, un mes después en Móstoles, del tercer atracador, José Luis Fernández Corroto.

Otros cuatro miembros de la brigada -los inspectores Francisco Aguilar Gónzález, Adelardo Rafael Martínez García, José María Montero Ortega e Isabel Vicente Jiménez- son acusados de las muertes en el taller de joyería.

Los siete agentes son, para el fiscal, responsables además de un delito de malversación de caudales públicos, ya que, según el ministerio público, se quedaron con parte del botín. Una testigo del robo, María Jesús Ojeda, hija del encargado del taller, ha afirmado varias veces durante la instrucción judicial del caso que, mientras prestaba declaración a la policía el mismo día del atraco, vio en los locales de la brigada unas quince mantas que contenían las joyas robadas. La joven comunicó este hecho a su padre, quien esa tarde, sin embargo, sólo recibió cuatro mantas con las piezas desordenadas. Los policías mantienen que todas las joyas recuperadas fueron devueltas.

Según el informe del fiscal, que pretende resumir la investigación realizada durante la instrucción del caso, los policías estaban enterados previamente de que en la joyería se iba a perpetrar un atraco y acordaron "apoderarse del botín que obtuvieran los atracadores".

Sin aviso

Los tres delincuentes perpetraron el atraco al taller Viuda de Tornero y, cuando pretendían darse a la fuga, dos de ellos fueron interceptados por los inspectores en el portal del inmueble, añade el ministerio público. Los agentes "dispararon a quemarropa contra Feliciano Martín y Pablo Pardo, sin avisarles previamente que fueran policías ni intentar su detención, de forma", explica el informe, "que los mismos no tuvieran opción alguna de defensa ni pudieran escapar con vida".El tercer atracador, José Luis Fernández Corroto, salió antes del inmueble y fue dejado huir por los policías, agrega el fiscal. El 30 de julio de 1984, Femández Corroto fallecía en Móstoles en un tiroteo con los inspectores Fernández Álvarez, Pérez Gutiérrez y Cabezas de Herrera. Su parte del botín nunca ha aparecido. La versión policial sostiene que esta muerte no guarda ninguna relación con las de Feliciano Marrtín y Pablo Pardo, lo que para el fiscal "no resiste el más leve embate de la lógica".