El referéndum de Turquía, una prueba decisiva para el primer ministro Ozal

El presidente turco, Kenan Evren, ratificó ayer una enmienda a la Constitución que permite la organización de elecciones municipales anticipadas. Los turcos votarán el próximo 25 de septiembre, en referéndum, si aprueban o no esta decisión. Pero la mayoría aplastante del electorado turco se desinteresa totalmente de la decisión de anticipar las elecciones locales en cuatro meses (se celebrarían el 13 de noviembre). Lo que cuenta de este referéndum es que se tratará de un juicio sobre el primer ministro, Turgut Ozal, y los votos por el no supondrán un castigo para su gestión.El pasado sábado, en el Parlamento, 284 diputados votaron a favor de la enmienda y 95 lo hicieron en contra. Pero una enmienda constitucional realizada sólo por el Parlamento necesita de una mayoría de dos tercios de los 450 diputados (es decir, 300). Es por eso que, tras la ratificación presidencial, el referéndum sobre esa decisión debe convocarse automáticamente.

La oposición cree que esta consulta será "un voto de confianza para Ozal", o, por el contrarlo, si el no alcanza una mayoría suficiente, obligará al primer ministro a dejar el poder. Y cree que el no puede alcanzar entre el 70% y el 80% de los votos.

Los dos principales dirigentes de la oposición, Erdal Inonu, presidente del Partido Populista Socialdemócrata (de izquierdas), y el jefe del Partido de la Justa Vía (derecha tradicional), Sulelman Demirel, volvieron a insistir ayer en que el referéndum "es una ocasión para desembarazarse de Ozal". Efectivamente, la oposición ve en la consulta una oportunidad de oro, un año después de las elecciones generales, para provocar la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas.

La cota de popularidad del dirigente del Partido de la Madre Patria está en baja por su incapacidad para gobernar y por el fracaso de su política económica y social. Ozal ha perdido prácticamente 16 puntos desde las elecciones generales de noviembre de 1987, pasando del 36% al 20% de los votos, según recientes encuestas.

Los grupos de la oposición aplicarán una estrategia en tres etapas: asegurarse una mayoría para el no en el referéndum; ganar las elecciones municipales previstas normalmente para marzo de 1989; y, finalmente, forzar a Ozal a organizar elecciones legislativas anticipadas.