La leyenda de Xirgu
En su artículo La leyenda, del 18 de julio pasado, dedicado a remeniorar la insigne figura de Margarita Xirgu, el crítico teatral señor llaro Tecglen hace una semblanza de la actriz falta del mínimo rigor histórico y crítico, lo que contribuye poco a situar a Margarita en el elevado lugar que merece en la historia de nuestro teatro.Como admirador profundo de la labor eminente que la Xirgu llevó a cabo en nuestra escena y como estudioso del teatro de la época a través de la figura de Cipriano de Rivas Cherif, precisamente el director de escena que más continuadamente trabajó con Margarita en España (él dirigió las cinco temporadas que estuvo la Xirgu en el teatro Español, de Madrid, entre 1930 y 1935, y partió con ella hacia Cuba y México en la gira que supuso el adiós definitivo de Margarita a España en 1936, poco antes del inicio de la guerra civil), quiero aclarar que afirmaciones como las del señor Haro Tecglen no responden a la verdad histórica. Es de lógica elemental que fuera un arqueólogo, y no Margarita Xirgu, quien descubrió y reconstruyó el teatro romano de Mérida, sin que conste que ella influyera para nada en tal reconstrucción, dirigida por don José Ramón Mélida. Y sí es cierto que fue Margarita quien dio la primera representación en el citado teatro romano, pero, puestos a otorgar los laureles y homenajes a quien los merece, digamos que la idea de tal representacíón partió de su director de escena, Rivas Cherif, quien encar.ó para la ocasión a Unamuno que tradujera la Medea, de Séneca. Esta obra inauguró, con el patrocinio del Ministerio de Instrucción Pública, el I Festival de Teatro Clásico de Mérida el 18 de junio de 1933. En su representación participó toda la compañía Xirgu-Borrás, a la sazón concesionaria del Español, dirigida por Cipriano de Rivas Cherif, que fue el coordinador de todo el espectáculo.-
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