Una 'zona de sobrevuelo' de 67 kilómetros
El futuro polígono de tiro, que está previsto que entre en servicio en 1990, consta de 6.750 hectáreas, una de las cuales estará destinada para blancos. En la llamada zona de sobrevuelo -cuya extensión de 67,5 kilómetros cuadrados, comprende el polígono propiamente dicho y una amplia área de espera y alejamiento-, cuatro aviones seguirán un tráfico similar al de una noria en donde las distancias, las alturas y los puntos de viraje son fijos para cada modalidad de ejercicio.El campo de tiro de Anchuras equidista aproximadamente de las bases aéreas de Torrejón de Ardoz (Madrid), donde serán instalados 36 F-18; Talavera la Real (Badajoz), Morón de la Frontera (Sevilla) y Los Llanos (Albacete). Los aviones que lo utilizarán serán F-18, F-1 y F-5, y el tipo de munición, que caerá sobre balsas de arena para evitar rebotes, inerte en su mayor parte. Los blancos, que pueden ser fijos o portátiles, formarán sobre el terreno una alineación de dianas y siluetas, y serán el objetivo de bombas y proyectiles.
Además, el polígono de tiro contará con dos torres de control, un edificio donde se alojará una guarnición permanente, un centro de transmisiones, una estación meteorológica y un helipuerto.
Valdecaballeros, cerca
La central nuclear de Valdecaballeros (Badajoz) se encuentra a unos 30 kilómetros, en línea recta, del futuro campo de tiro. La construcción de la planta de Va¡decaballeros, iniciada en 1980, se halla paralizada desde que, en 1983, la aprobación del Plan Energético Nacional (PEN) estableciese una moratoria en la entrada en funcionamiento de estas instalaciones atómicas. El PEN será revisado hacia finales de año o comienzos de 1989, pero fuentes del Ministerio de Industria descartan toda posibilidad de que se ponga en funcionamiento alguna central nuclear antes de 1992, "ya que la demanda de energía eléctrica no ha crecido".
Actualmente, según Luis Carlos Martínez, jefe de relaciones externas de Hidroeléctrica Española (HE), empresa que comparte la propiedad de la central al 50% con Sevillana de Electricidad, está construido en un 60% el grupo I y en un 40% el grupo II de la central, y la inversión realizada hasta el momento ha sido de 133.000 millones de pesetas. La inversión necesaria para la finalización de las obras asciende a 160.000 millones de pesetas.
Fuentes del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) reconocen que la decisión del Ministerio de Defensa de instalar el campo de tiro en Anchuras causó una "sorpresa mayúscula", ya que aún no han recibido informe alguno sobre los planes que se disponen llevar a cabo las autoridades militares.
Los informes que redacta el CSN, organismo que sólo rinde cuentas ante las Cortes Generales, tienen carácter vinculante para el Gobierno en caso de que sean negativos. En la RFA, donde el tráfico aéreo es muy intenso, las centrales nucleares están protegidas contra los aviones.
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