Mueren los dos pilotos de un helicóptero estrellado en Barcelona
Los dos tripulantes de un helicóptero comercial fallecieron ayer cuando el aparato en el que viajaban se estrelló en un montículo situado en el término municipal de Veciana, cercano a la localidad de La Panadella, en la finca denominada Vinya dels Pons, situada en el límite de la provincia de Barcelona con Lérida.El accidente se produjo sobre las 10 de la mañana cuando los tripulantes divisaron un banco de niebla e intentaron pasarlo buscando un claro. Testigos presenciales señalaron que el helicóptero retrocedió, pero que al volver a entrar en el banco de niebla las palas de las hélices chocaron con la montaña, produciéndose el accidente
Según Domingo Merino, director general de operaciones comerciales de la empresa propiedad del aparato, Servicios Generales de Aviación (Sergasa), las víctimas son: José Soyago Mota, comandante piloto del aparato, y Domingo Morata López, el copiloto.
José Soyago contaba con 37 años de edad, estaba casado y tenía hijos. Había sido piloto militar y era instructor de vuelo de aviación general, con más de 3.000 horas de vuelo.
Domingo Morata, de 32 años de edad, estaba casado y tenía dos hijos. Ambos, que formaban parte del servicio aéreo de la citada empresa, perecieron en el acto y sus cuerpos quedaron calcinados por las llamas que envolvieron la nave poco después de la colisión. Los cadáveres quedaron irreconocibles entre pequeñas piezas retorcidas del fuselaje y el motor del helicóptero.
Un guardia civil comentó que "si el aparato hubiera caído 100 metros más hacia el Norte las llamas habrían provocado un incendio forestal, lo que hubiera retrasado la llegada hasta el lugar de la colisión y dificultado las tareas de rescate, si los dos tripulantes hubieran sobrevivido al choque".
El helicóptero, según el Gobierno Civil, había salido del aeropuerto de Sabadell sobre las 9.30 horas y se dirigía hacia Zaragoza siguiendo el curso de la carretera Nacional II, como suelen hacer este tipo de aparatos. La nave era un modelo 240 de la marca Bell, con la matrícula norteamericana N-9173-N, propiedad de Sergasa, y con capacidad para dos pilotos y ocho pasajeros.
Éste es el primer helicóptero siniestrado desde el pasado 30 de junio, fecha en la que otro aparato se estrelló en la sierra de Guadarrama, cerca de Madrid. En aquella ocasión perecieron los cinco ocupantes de la nave, entre los que se encontraba Rosa de Lima Manzano, directora general de Tráfico.
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