Schuster destaca el compañerismo y la tranquilidad que existe en el Madrid

Bernd Schuster, el alemán occidental del Real Madrid, confesó ayer, en la concentración de su equipo en Holanda, que está muy satisfecho de la forma en que ha sido recibido por sus nuevos compañeros. Schuster, que reconoce no haber hablado aún con su entrenador, el holandés Leo Beenhakker, sobre su futura posición en el centro del campo, destacó el compañerismo en la plantilla y la tranquilidad en el trabajo. Agradeció el gesto de Michel de cederle el número 8. "Pero daré los mismos pases si juego con el 4 o con el 11", advirtió.

Schuster parece un niño con zapatos nuevos en la concentración del Madrid en Holanda. "Todos me han acogido muy bien", explica. Sin embargo, y como sólo han transcurrido tres días de trabajo desde la presentación del equipo, todavía no tiene clara su futura función: "Yo sé qué tipo de fútbol puedo ofrecer e intentaré hacerlo en este conjunto. Si puedo mejorar, mejor. Pero Beenhakker y yo aún no hemos hablado sobre mi posición en el campo. Hablará estos días con todos y, desde luego, tendré que hacer lo que él me pida".A Schuster no le preocupa que en el Madrid haya muchas figuras y que, a diferencia de lo que sucedía en el Barcelona, su anterior club, su papel de protagonista quede reducido: "Aquí hay gente de mucha calidad y de gran categoría. Eso me viene bien. La responsabilidad está más repartida. Yo lo prefiero así".

Schuster reconoce que uno de sus objetivos prioritarios es ganar la Copa de Europa: "Gracias al esfuerzo de mis nuevos compañeros, tengo otra oportunidad para ganar la Copa de Europa. Para ellosquedar tan cerca la pasada temporada ha sido una espina que se les ha quedado clavada. Yo estuve a punto de ganarla con el Barcelona en 1986. Así que también tengo la misma espina".

"Agradezco a Michel el gesto de ofrecerme el número 8", explicó, "pero no vengo para quitarle la camiseta. Con el 4 juego igual y con el 11 los pases me salen de la misma forma. Es una casualidad que en el Barcelona jugase ocho años con el 8. En el Coloniajugaba con el 6 o el 4. Así que voy a decirle a Michel que no tiene necesidad de dejarme el suyo".

"Por haberme venido al Madrid, no voy a dejar al Barcelona olvidado en la esquina", dijo más adelante. "Ocho años de una vida no desaparecen de la memoria entre hoy y mañana. Siempre voy a interesarme por sus resultados y por su forma de jugar. El Barcelona quería ganar títulos, pero siempre pasaban cosas. Decir que quieres ganar trofeos es fácil. Lo difícil es hacerlo y poder trabajar con tranquilidad. Las cosas no fueron siempre así en el Barcelona. Creo que en el Madrid sí que se puede trabajar tranquilamente".

"Salí del Barça callando" añadió, "y con ganas de olvidar algunas cosas. Ya había tenido muchas peleas y conflictos. ¿Para qué iba a calentar más las cosas? Mi intención en el Madrid es jugar y trabajar sin hablar demasiado. Claro que tengo material para escribir un libro o dos, pero ¿para qué quiero hacerlo? Lo mío es jugar al fútbol lo mejor posible".

Su primera visita al Camp Nou como jugador del Madrid no le preocupa en exceso: "Yo iré a jugar el partido y ganar dos puntos. Si me pitan, pues... muy bien. Pero conozco muy bien los dos lados de la afición del Barcelona..."