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Francisco Uriz

Un lugar de encuentro para el traductor

A los 55 años ha visto realizado uno de sus sueños más anhela dos: inaugurar la Casa del Traductor de Tarazona (Zaragoza), de la que es director y a la que define como "un lugar de encuentro" Francisco Uriz, un viajero infatigable que vive a caballo entre Suecia -país del que ha asumido la nacionalidad sin abandonar la española- y Aragón, dice que será un lugar en el que traductores de todo el mundo intercambiarán experiencias o se reunirán con el autor que vayan a traducir. Habrá conferencias, seminarios y cursillos. "La casa será un decisivo impulso para la comunidad cultural".

Nació en Zaragoza, acabó la carrera de Derecho a los 21 años y desde hace 30 vive entre Suecia, de donde son su esposa y sus hijos, y España. Fue el azar el que en 1949 hizo que el estudiante Francisco Uriz, de 17 años, se viera agraciado con una beca para hacer un curso de un mes en el extranjero sobre La integración europea. Ésa fue su primera salida al extranjero, a Caen (Francia). A su regreso a Zaragoza fue objeto de vigilancia policial especial al ser considerado como una persona relativamente peligrosa.Las salidas al extranjero se volverían a repetir: "Estos cursos me produjeron un gran impacto, me dieron la inquietud de buscar aires distintos a los que se vivían en nuestra Universidad". Los viajes fueron consoidando su vocación europeísta. En Finlandia estuvo un año y allí comenzó a interesarse por la autobiografía del cineasta Ingmar Bergman, sobre la que luego escribió y tradujo al castellano. En 1958 se instala en Suecia, donde da un curso de español y es consejero pedagógico de todos los profesores de español de enseñanza media en ese país. "Luego me puse a traducir el sueco. Traduje a Lundkvist, que ha sido una persona clave en mi vida; el contacto con él me inclinó decididamente hacia el mundo de la traducción"

Francisco Uriz tenía entonces 25 años y se lo que tenía que hacer todo: planchar, lavar, arreglarse la ropa, preparar la comida o ir de compras. "Todo esto era lo más normal del mundo en Suecia, donde la vida era muy independiente y libre, distinta de la vida española, que estaba controlada por la familia, la Iglesia y el colegio".

Uriz fue acompañante de Olof Palme en sus viajes a España, y al igual que con el actual presidente, se encargó del papel de intérprete en nuestro país. Hace unos dos años Paco Uriz asistió a un encuentro en la Casa de Traductores de Arlen (Francia). "Me informaron de la existencia de otra casa en la ciudad alemana de Straelen. A mí me pareció una idea muy interesante, y pensé que había que intentar hacer algo similar en España. Se lo comenté a Vicente Sánchez, y le gustó la idea y me animó a que la pusiéramos en práctica en Tarazona". Así surgió la primera Casa del Traductor que se pone en marcha en España.

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