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Nuñez asegura que no puede dimitir antes de que finalice su mandato

Josep Lluís Núñez, presidente del Barcelona, aseguró ayer que piensa agotar su mandato, que finaliza en junio del próximo año. Así resolvió las dudas que tenía respecto a la presentación de su dimisión que él mismo había reconocido. Núñez justificó su determinación afirmando: "Estoy moralmente obligado a seguir en la entidad dada la importancia de las decisiones económicas que se han tomado y dado el curso en que se encuentra el tema de Schuster". El presidente azulgrana y el jugador alemán están procesados por un supuesto delito fiscal, y se encuentran en libertad provisional.Núñez no quiso pronunciarse sobre su posible presentación como candidato a la reelección una vez que finalice su mandato. Por otra parte, justificó la última remodelación de la junta -"corta pero importante"- diciendo que el Barcelona es una entidad que ha crecido enormemente en su dimensión económica y que por eso ha optado por incorporar a algunos hombres de empresa como Xavier Aguilar y Josep Lluís Rovira.

Ayer se presentó oficialmente a Ricardo Serna, de 24 años, procedente del Sevilla que ha fichado por tres temporadas. Nuñez dijo que "casi es el último fichaje de la temporada". Volvió a negar el interés del Barcelona por fichar de forma inminente a un segundo jugador extranjero.

Preguntado sobre la continuidad de José Ramón Alexanko como capitán del equipo, Nuñez afirmó que "a la entidad no le gustan los jugadores que hacen declaraciones públicas que la perjudiquen". No obstante, Nuñez declaró que "no soy rencoroso y quisiera resolver todos los problemas de la temporada pasada".

El cargo de Rovira

Por su parte, Josep Lluís Rovira, presidente de la Pequeña y Mediana empresa de Cataluña (PYMEC) representa la variación más importante en la remodelación protagonizada por Nuñez en su Junta. Rovira tendrá "responsabilidad total y absoluta en el fútbol profesional del Barcelona (F.C.Barcelona y Barcelona Atlétic)", según declaró ayer el propio interesado a EL PAÍS. Rovira reconoció que en la remodelación realizada por el presidente azulgrana "a mí me ha tocado la patata caliente, ya que, pese a que todas las secciones del club son muy importantes, esta es una entidad donde el fútbol tiene el mayor peso específico, tal y como reconoce toda la masa social. Sé que es un riesgo, pero lo he aceptado con agrado".

Rovira mostró su preocupación "por el escaso componente catalán de la nueva plantilla azulgrana, pero se da la circunstancia de que los mejores jugadores españoles no son, en estos momentos, catalanes".El nuevo dirigente barcelonista negó de nuevo rotundamente que su entrada en el club tuviese connotaciones políticas. "Puedo decirlo en voz alta y creo que debo hacerlo en beneficio de todos: quien politice mi incorporación no sólo miente, sino que intoxica a la opinión pública".

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