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Una máquina perfecta

Sito Pons cree que su equipo ha alcanzado la madurez suficiente para ser campeón

Alfonso Sito Pons (Honda) consiguió el pasado domingo en Rijeka (Yugoslavia) su tercera victoria de la temporada y se mantiene como líder, del Mundial de motociclismo de 250cc con cuatro puntos de ventaja sobre Joan Garriga (Yamaha), que logró una brillante segunda posición. Pons, tercero en 1987 -"segundo ex aequo junto a Roth", dice él- y subcampeón en 1986, considera que su equipo ha alcanzado ya la madurez suficiente para conseguir el título soñado. Quedan todavía seis grandes premios (120 puntos por disputar) y Pons detesta hacer pronósticos.

"He tenido tantas cosas al alcance de mi mano, tan cerca, que hasta que matemáticamente no consiga el título no me lo creeré". Pons ya sabe lo que es estar a punto de conseguir el título mundial de dos y medio. Durante los dos últimos años ha luchado por él. Hace dos años, por estas mismas fechas, se encontraba a 10 puntos del venezolano Carlos Lavado. Y el pasado año realizó una espectacular remontada en persecución del alemán occidental Anton Mang."Este año hemos logrado una madurez en todo el conjunto que nos permite pelear con más posibilidades que nunca por la conquista deseada". Cuando Sito Pons habla de madurez se refiere a su entorno, al equipo, a su organización, a los técnicos, a su persona. "Nadie puede convertirse en el número uno sin alcanzar esa madurez. Como piloto me encuentro en un momento excelente y tanto Antonio Cobas como Santi Mulero, ingeniero y mecánico jefe del equipo, han cogido más confianza en la moto y estamos haciendo grandes progresos. Lo que intentamos entre todos es sacar el mayor provecho de la moto".

Éste es el tercero año consecutivo de Sito Pons con Honda y eso ha servido para lograr la conjunción ideal entre todos los miembros del equipo. "Unas veces el piloto tiene gran categoría, pero no le acompaña la moto. Otras hay una buena moto, pero no se sabe evolucionarla. En algunas ocasiones, una desafortunada lesión rompe una buena racha. Todos los hombres y factores que componen un equipo deben alcanzar el punto perfecto para que el piloto pueda ser el número uno".

"En 1986 trabajamos mucho sobre el niotor", apuntó ayer Sito Pons, "pero ahora lo estamos haciendo en el chasis, que es el punto débil de la Honda. No podemos dormirnos, porque los demás también trabajan intensamente para lograr el mismo objetivo. Las modificaciones que estamos utilizando en nuestra Honda acabarán siendo para la fábrica. Los ingenieros japoneses conocen paso a paso nuestros progresos. Estamos trabajando en la moto del próximo año".

La suerte es una palabra mágica. Tan mágica como necesaria, imprescindible. "No puede alcanzarse el título sin fortuna. Una desafortunada caída, incluso en un entrenamiento, como le acaba de suceder al norteamericano Eddie Lawson en Yugoslavia, puede destrozar todos tus planes. Si no tienes suerte, no sirve de nada prepararte a fondo mejorar tu pilotaje, ser más valiente y agresivo, ni siquiera contar con un gran equipo al que cada vez dotas de mejores medios".

Sito Pons no se ve todavía campeón. Garriga está ahí, pega dito a sus espaldas. "Eso es bue no y beneficia al motociclismo español. Nos beneficia a todos, a él, a mí y a la moto. Siempre he intentado ser muy realista. Lo único que puedo decir es que tengo un equipo campeón".

Faltan seis carreras y cuatro puntos de ventaja no permiten florituras. "La táctica es sencilla, aunque dificilísima de cumplir: lograr la pole, salir en cabeza y ganar. De momento, sólo hay una meta: vencer. Luego, cuando falten dos o tres carreras, ya hablaremos".

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