Aliancistas, centristas y regionalistas pugnan por fichar ediles independientes

Trece meses después de la celebración de las elecciones municipales y autonómicas, una docena de cargos electos han abandonado el partido con el que ganaron el acta de concejal o de diputado. Unos han pasado al Grupo Mixto y otros han engrosado las filas rivales, lo que ha servido en algunos casos para dar y quitar mayorías o convertir a un partido en extramunicipal. AP, CDS y el joven Partido Regionalista Independiente de Madrid (PRIM) se proponen ahora contraatacar y anuncian para septiembre la incorporación de muchos de los ediles independientes que gobiernan 33 de los 178 municipios madrileños.

Todos los partidos políticos se han visto afectados en mayor o menor medida por las deserciones. Hay 1.500 cargos electos en la provincia y ya una docena ha cambiado de partido o se ha incorporado al grupo mixto, esa especie de cajón de sastre que va engordando según avanza el curso político.El porcentaje es mínimo, pero no así las consecuencias. En la Asamblea de Madrid, el grupo mixto -formado por dos evadidos de AP- se ha convertido en el árbitro de la situación. En Móstoles, el segundo municipio de la provincia, un trásfuga de IU ha aportado al PSOE la mayoría absoluta que no logró en las urnas.

En el ayuntamiento de Madrid, el cabeza de lista de IU, Ramón Tamames, está ahora en el grupo mixto y considera además que no va a estar solo por mucho tiempo. En Soto del Real el PSOE se ha convertido en partido extramunicipal al ser abandonado por sus dos únicos concejales. En Algete, AP ha perdido la mayoría tras la incorporación al grupo mixto de dos concejalas y en Galapagar, IU, que no consiguió representación en la urnas, ya tiene un concejal gracias al trasvase de un independiente, Félix García.

Por partidos la situación queda así: Alianza Popular ha sufrido seis bajas (2 en Algete, 2 en Collado Villalba y 2 en la Asamblea de Madrid); el PSOE han tenido tres casos de fuga (dos en Soto del Real y uno de Humanes); IU sólo cuenta con dos casos (uno en Madrid y otro en Móstoles), y el CDS sólo ha sufrido la marcha de uno en Torrejón de Ardoz.

Todas las ejecutivas regionales de los partidos políticos se han manifestado indefensas ante la decisión de un concejal de abandonar las filas. La mayoría considera que, por ética, el trásfuga debería reintegrar el acta de concejal al partido, pero el Tribunal Supremo dictaminó en su momento que los cargos electos tienen derechos individuales independientes de los partidos. El único remedio es cambiar la ley electoral, pero ningún grupo se manifiesta, de momento, partidario de ello.

En la Asamblea de Madrid los trasvases políticos han suscitado todo tipo de comentarios, la mayoría inclinados a endurecer el reglamento con el fin de impedir el trasvase. IU y AP se mostraron partidarios de recortar al máximo la dotación económica y participación en comisiones del grupo mixto.

Recurso de amparo

José Luis Ortiz, que abandonó AP a principios de año, ha presentado un recurso de amparo porque entiende que han sido vulnerados sus derechos políticos y económicos. Tiene asignadas tres comisiones cuando podría pertenecer a dieciséis. Ortiz entiende que su grupo está discriminado. Ahora tendrá que compartir despacho con un nuevo fugado, Nicolás Piñeiro, también desde AP.

Ortiz no entra a valorar la ética de su acción, pero afirma que procede de un partido "donde hay maestros en ésto de los trásfugas". Ambos diputados se han convertido en árbitros en la asamblea al igualar el número de diputados de AP y CDS a los del PSOE e IU.

Ortiz y Piñeiro representan ahora al PRIM, un partido con apenas dos meses de vida. A este grupo se han pasado ya una concejala del ayuntamiento de Algete y el alcalde de Cubas de la Sagra. Ortiz anuncia la pronta incorporación de entre 10 y 12 alcaldes independientes más. AP, por su parte, tiene en cartera tres nombres de alcaldes y 15 de concejales independientes para incorporarlos a sus filas y el CDS anuncia la incorporación de un alcalde y cuatro concejales.