Atraco con rehenes en una oficina del Banco de Bilbao

Tres encapuchados asaltaron ayer una sucursal del Banco de Bilbao en Madrid, donde tomaron como rehenes a tres directivos. Los delincuentes, sorprendidos por la policía, huyeron en coche amenazando con sus pistolas a los rehenes, a los que posteriormente dejaron en libertad.

Los atracadores esperaron la apertura de esta sucursal, en la calle de Juan Ramón Jiménez, escondidos en la cabina del cajero automático. A las siete de la mañana se personó en la oficina Fernando González, apoderado del banco, que fue encañonado en los riñones por dos individuos. A las 7.30 llegó el director de la sucursal, Pedro López, acompañado de un tercer atracador con otra pistola. Otros tres empleados entraron luego sin advertir nada anormal. En ese momento ya habían sido desconectados los sistemas de alarma.La policía apareció inmediatamente en la puerta del banco al ser avisada por varios empleados que descubrieron movimientos sospechosos en el interior de la sucursal. "Al ver a la policía, justo cuando íbamos a abrir la caja, se asustaron mucho. Cada atracador cogió y encañonó a uno, y nos llevaron a un Renault 11 azul de Agustín de la Fuente, un interventor", cuenta Fernando González.

"Como no cabíamos los seis en el coche, al interventor lo dejaron fuera, y nos fuimos los tres atracadores, el director y yo. Fue un momento de verdadera angustia", continúa el apoderado. Según este relato, "durante 20 minutos fuimos a toda velocidad por la M-30 mientras nosotros intentábamos tranquilizarles. Al rato salieron por la calle de O'Donnell, donde nos dejaron en el coche después de pedirnos dinero (les dimos 1.000 pesetas mías y 6.000 del director), y se perdieron a pie".

"La verdad es que en momentos de angustia aflora un instinto de autoprotección y te tranquilizas. Ellos estaban mucho más asustados que nosotros, pero no les vi con intención de hacernos daño", cuenta el apoderado. Éste es el segundo atraco que sufre esta sucursal. En el anterior, en noviembre de 1986, los atracadores sí consiguieron un botín.