Gritos a favor de ETA y contra los socialistas a los 10 años de la muerte de Germán Rodríguez

Más de 3.000 personas se manifestaron ayer en Pamplona en el décimo aniversario de la muerte del joven Germán Rodríguez, acaecida el 8 de julio de 1978 por disparos de la policía durante los violentos incidentes que culminaron con la suspensión de los sanfermines de aquel año. La manifestación celebrada ayer en la capital navarra, en plenas fiestas de San Fermín, estuvo salpicada de gritos a favor de ETA Militar y contra la policía y el partido socialista.

Los congregados partieron ayer de la plaza del Castillo tras la lectura de un comunicado conjunto de las 15 peñas de mozos de la capital, en el que se comparó la actuación policial de hace 10 años a la destrucción de Pamplona el 15 de agosto del año 778 por las tropas de Carlomagno, " el Reagan de la época", según el comunicado leído por el portavoz, iñigo Doria, quien recordó que las tropas invasoras del reino de Navarra fueron inmediatamente vencidas por las gascones en la batalla de Roncesvalles.La manifestación, convocada con motivo del décimo aniversario de la muerte del joven Germán Rodríguez, producida por disparos de la policía durante los graves incidentes del 8 de julio de 1978, estuvo precedida por una pancarta con la inscripción "Herriak ez du barkatuko" ("El pueblo no perdona") que iba sostenida por representantes de las peñas convocantes de la marcha. Delante de ellos figuraba una gran ikurriña con crespón negro y detrás seguían unas 3.000 personas que a lo largo del recorrido lanzaron vivas a ETA Militar y eslóganes contra la policía y contra el PSOE, partido al que acusaron de "ser igual" que el GAL. De igual forma se corearon gritos en favor de la salida de los presos etarras a la calle y en contra de la bandera española.

La manifestación alcanzó el monolito erigido en el lugar donde Germán Rodríguez resultó muerto, en la avenida de Roncesvalles, a escasos metros de la plaza de toros. Tras un minuto de silencio, los congregados, entre los que se encontraban concejales, parlamentarios forales y dirigentes de Herri Batasuna, así como líderes de la Liga Comunista Revolucionaria (partido al que pertenecía Rodríguez), se dispersaron sin incidente alguno tras entonar La Internacional y el Eusko gudariak.

Los portavoces de las peñas de mozos reiteraron que siguen exigiendo el castigo a los dirigentes policiales que encabezaron la invasión de la plaza de toros el 8 de julio de 1978, así como los sucesos posteriores, en los que resultó muerta una persona, varias decenas fueron heridas por disparos de bala efectuados en la misma plaza, hubo miles de contusionados y se produjeron decenas de millones de pesetas en pérdidas económicas y materiales. Los congregados recordaron también al joven guipuzcoano Joseba Barandiarán, que murió días después en Rentería por disparos policiales cuando protestaba por los sucesos de Pamplona.

"Pretender que los autores de aquellos hechos carecen de responsabilidad supone perpetuar la humillación sufrida", señaló Iñigo Doria. La comisión de peñas editó poco antes de San Fermín un dossier conmemorativo de los hechos y dio a conocer los resultados de una encuesta sociológica realizada en Pamplona por el Instituto de Promoción de Estudios Sociales de Navarra (IPES) según los cuales la mayoría de los habitantes de la capital consideran que la policía y el Gobierno de UCI) fueron los responsables de aquellos violentos sucesos.

Muerto por una apuesta

Por otro lado, un joven londinense de 24 años de edad, Arkam Sofer, resultó muerto al caerse desde el tercer piso de la fachada de un inmueble situado en el número 83 de la calle de la Estafeta. Según testigos presenciales, el joven realizó una apuesta con otro para ver quién era capaz de trepar más alto por un canalón de agua del edificio. Eran las seis de la mañana de ayer viernes; el canalón no soportó el peso de Arkam y éste cayó a la calle, falleciendo poco después cuando era trasladado en una ambulancia al hospital.