Cumpleaños feliz, pese a todo
Margarita Revilla celebra su 29º aniversario esperando a su padre
La jornada comienza para la soriana Margarita Sánchez, la esposa de Emiliano Revilla, con una misa a las once de la mañana. Ya lleva 135. Después, Margarita Revilla acompaña a su madre a pasear, pero la mujer del empresario siente ansiedad al andar por la calle "y ver a la gente moverse con tanta libertad", e insiste en regresar cuanto antes a su casa, donde espera desde que el 24 de febrero volvió de un concierto para cenar con su marido.
Para el 29º cumpleaños de su hija mayor, Margarita, la esposa de Revilla cocinó ayer de nuevo y elaboró una comida especial para su familia. La mujer del empresario guisa habitualmente, pero desde que se inició el secuestro había delegado en ocasiones. Los empleados de las floristerías estuvieron subiendo ramos de flores durante toda el día.La mañana es el trecho más largo y solitario para la familia, porque el grupo de amigos que tiene acceso al domicilio no llega hasta la hora del café. En ese momento se inicia la primera tertulia del día (en que se reza el Rosario), que concluye sobre la hora de cenar.
El sonido de los teléfonos -una media de 10 periodistas al día-, la puerta y las voces de conocidos se escuchan hasta la noche. Tan sólo se hace el silencio los días en que el Telediario de las 20.30 ofrece una información relacionada con el secuestro. Es entonces cuando se interrumpen todos los movimientos y los presentes giran su mirada hacia la pantalla. El resto del tiempo es un ir y venir con cafés, bombones y refrescos que sirve Margarita Sánchez.
Más tarde la familia se reúne y comienzan a barrer el dial para grabar los espacios que las distintas emisoras de radio dedican al secuestro.
La profesora de piano de Margarita Revilla se ha convertido en la documentalista especializada en prensa, y ha elaborado un informe perfectamente ordenado. Todos aseguran que el empresario se va a sorprender cuando vea su imagen y su nombre en las páginas impresas, después de haber sido siempre tan reservado con los medios de comunicación.
Al principio de la madrugada los amigos de Margarita Revilla y de su marido, el periodista Jesús Álvarez, llegan con los periódicos frescos para iniciar la segunda tertulia del día. La mujer del empresario ha retrasado hasta el límite la hora de irse a domir, porque prefiere llegar rendida a la cama. El matrimonio Álvarez se queda luego solo para cumplir la guardia, desde que hace un mes solicitó la retirada del grupo de policías que permanecía al lado de los telefónos. Son los telefónos que suenan a estas horas los que más sobresaltos producen.
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