_
_
_
_
_

Sentimientos prohibidos

El amor entre funcionarias penitenciarias y reclusas esta prohibido por la ley. "Mantener relaciones íntimas con los presos en el interior de un centro es un delito", explica Xavier Hernández, director general de Servicios Penitenciarios y de Rehabilitación de la Generalitat.El artículo 384 del Capítulo VIII -De los abusos contra la honestidad- del Código Penal tipifica que "el funcionario de prisiones que solicitare a una mujer sujeta a su guarda será castigado con la pena de prisión menor". Si se prueba que Ana Padró ha mantenido relaciones con tres funcionarias, éstas habrían cometido un delito. En caso de que la justicia así lo determinara, la administración penitenciaria ejercería también contra ellas acciones disciplinarias. "Si esta historia se confirma, las funcionarias en cuestión están en un aprieto", explica Xavier Hernández. En la investigación sobre el presunto intercambio sexual entre Ana Padró y las funcionarias, las cartas de amor que se han cruzado las amantes se convertirán en material de prueba, y de ahí la importancia que ha adquirido la correspondencia que Ana guarda reservadamente.

Más información
Denuncia de malos tratos a una reclusa de Barcelona que mantuvo relaciones íntimas con tres funcionarios

Algunas de esas cartas, que obran en poder de EL PAÍS, no están firmadas, pero Ana Padró asegura que son auténticas y que pertenecen a una de las funcionarias.

"Sé que no debería escribirte, intento alejarme de ti, pero no puedo, no sé si quiero hacerlo, porque te necesito", se puede leer en una de las cartas. En otra se dice: "...recrearme en 'esos momentos' tan fugaces, tan difíciles, pero que nos dan vida a las dos...". Ana Padró, que se queja del tedio de la vida penitenciaria, reconoce que algunas de las cartas que ha recibido en su dormitorio le han ayudado a tachar con más rapidez las fechas del calendario. Quizá por esa razón la interna califica de "sentimentales" frases como éstas: "...las tuyas [cartas] me hacen vibrar y me llenan de amor. Te amo"; "cómo poder estar sin verte cuando mi mente se pasa día y noche buscándote, recordando una de tus palabras, cada uno de tus gestos" o "...nada más verte todo vuelve a ser confuso y complicado".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_