"Se ponen frenéticos"

Juan Ramón hubiera hablado de Mariscal como un señor pequeño, peludo y suave. Y, sin embargo, hace meses consiguió provocar las iras de la Cataluña bienpensante. Todo por unas palabras de más, él, que es hombre de imágenes fuertes e ingenuas, el borreguito de Norit, el trazo de lo nuevo, el balbuceo que no conoce fronteras. Desde hace días una enorme escultura suya en forma de bogavante planea sobre el puerto barcelonés, y los de siempre dicen que no, que tampoco les gusta, que ni crustáceos ni mascotas.Pregunta. ¿Era usted más feliz antes que ahora?

Respuesta. Es difícil poner grados a la felicidad. Pero todo el lío de la mascota me sirvió para cambiar mi forma de entender la vida.

P. ¿En qué sentido?

R. Fue como si de pronto me enterara de que los reyes eran los papás.

P. ¿Nadie se lo había contado todavía?

R. Yo he vivido durante 38 años en un mundo muy mío, donde todo era más amable de lo que en realidad es.

P. ¿Se ha hecho mayor?

R. En cierto modo sí. Piense que yo hace unos meses no sabía siquiera lo que era la Crida.

P. A pesar de todo ¿seguirá con la verdad por delante?

R. Una cosa es ir con la verdad por delante y otra que alguien te la manipule para reforzar su verdad.

P. Lo que usted hace mi niño lo haría mejor.

R. Pues es mentira. Mi trabajo parece muy espontáneo pero es todo un proceso de muchos años.

P. Parece que el poder ahora se ha enamorado de los diseñadores...

R. Cualquier trabajador liberal para serlo ha de estar apartado del poder.

P. Sin embargo, usted parece el diseñador del alcalde de Barcelona.

R. Lo que sí es cierto es que Maragall apuesta por una Barcelona que dé una imagen internacional moderna y vanguardista.

P. A usted los conservadores no le tragan.

R. Yo no puedo explicar por qué se ponen tan frenéticos. Es su problema. Hay gente enferma que siempre tiene úlcera de estómago.

P. Hay mucha envidia en este mundo, ¿no?

R. Yo no me siento envidiado. Ni creo que en España la envidia sea un rasgo nacional.

P. Se oye por ahí que Mariscal se está forrando...

R. Los notarios ganan más dinero que yo. Pero nadie se mete con ellos porque no son personajes públicos.

P. Hace 10 años usted estaba alineado en la contracultura y ahora es usted la Cultura, así, con mayúsculas.

R. Yo no me considero Cultura con mayúsculas. Ni mucho menos.

P. Pues cualquier muestra de arte contemporáneo lleva obras suyas. Incluso Pujol le inauguró una exposición en Milán...

R. Bueno, porque el poder siempre se sube al carro todo lo que puede.

P. Oiga, ¿usted es tímido o simplemente callado?

R. No sé.