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Los teléfonos seguirán funcionando mal hasta 1989

Jorge A. Rodríguez

Los teléfonos de los madrileños seguirán funcionando mal hasta 1989, según Telefónica. Bloqueos, averías y amplias listas de espera para conseguir línea motivan las quejas de los usuarios. En esta comunidad, con algo menos de cinco millones de habitantes y un censo de más de dos millones de teléfonos en servicio, existen en estos momentos 35.000 solicitudes de líneas y se prevé que a finales de este año todavía habrá una cola de 31.000 peticiones.

Las 35.000 solicitudes pendientes contabilizadas en estos momentos por Telefónica demuestran que las listas de espera están estancadas en esta comunidad desde 1987. Se da la circunstancia de que la compañía que explota el monopolio de teléfonos facilitó en diciembre y enero pasados las mismas cifras de listas de espera que hoy. Fuentes de la Telefónica, interrogadas sobre esta coincidencia, reconocieron que las cifras "oscilan, como dientes de sierra, unos miles arriba, unos miles abajo".Hasta hace unas semanas, la demanda sin satisfacer en Madrid se elevaba a 50.000, indican estas fuentes, pero en los próximos días se pondrán en servicio 16.000 nuevas líneas al entrar en funcionamiento la central automática de Velázquez. Telefónica, sin embargo, reconoce un retraso acumulado de dos meses en la atención de solicitudes.

La media de espera para conseguir un teléfono en Madrid se sitúa en 50 días desde la petición de línea hasta que el técnico aparece para poner el aparato. Los ritmos de conexión, no obstante, no son los mismos en las distintas zonas de Madrid. Durante el presente año, Telefónica ha atendido ya 70.000 altas de nuevos abonados y prevé atender otras 93.000 antes de que finalice. Con ello todavía no se habrá normalizado el servicio, puesto que quedarán sin solucionar 3 1.000 demandas. Sólo en 1989 se volverá a la normalidad e incluso "habrá oferta de líneas".

En Madrid se instalan aproximadamente 15.000 aparatos mensuales, cantidad que, prácticamente, sólo permite satisfacer las solicitudes tramitadas meses antes, mientras las nuevas pasan a engrosar la cola de las esperas.

La Compañía Telefónica sitúa en 159.000 las demandas de teléfonos que se producirán en 1988, es decir, más de 13.000 mensuales. A estas demandas habría que sumar las que no se atendieron en 1987 y que sólo pudieron ser satisfechas a principios de 1988. La Compañía estima que en este año se conectarán 163.000 líneas, oferta insuficiente para cubrir las peticiones de este año y las acumuladas.

Madrid junto con Barcelona, por sus índices de población y volumen de movimiento telefónico, son las ciudades donde se produce mayor congestión del servicio. El tráfico de llamadas entre ambas localidades es el más sobrecargado actualmente. Para solucionar este problema Telefónica está instalando un cable de fibra óptica desde la capital de España hasta la Ciudad Condal que entrará en funcionamiento, según las previsiones, a finales de año.

El mal funcionamiento del servicio es uno de los comentarios comunes de los madrileños. Los bloqueos de las comunicaciones se producen con frecuencia, especialmente en las zonas donde se concentra la actividad comercial e industrial de la ciudad. Estos atascos telefónicos se producen por la saturación de las centrales de enlace, la mayoría de ellas con tecnología anticuada.

Telefónica ha instalado durante el mes de junio varias centrales nuevas, aunque los problemas de bloqueo se siguen produciendo, especialmente a ciertas horas del día en las que es prácticamente imposible establecer comunicación con algunos puntos de la ciudad.

La culpa es del usuario

Lo que más directamente afecta al ciudadano individual del servicio telefónico son las averías. Es difícil establecer las causas de averías más frecuentes, aunque la mayoría de ellas, según Telefónica, las provocan los propios usuarios por el mal uso de los aparatos.

La media de tiempo desde el aviso del fallo hasta su solución se sitúa en torno a las 24 horas. No obstante, se dan casos en los que los abonados tienen que esperar más de una semana para conseguir la reparación.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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