Vecinos de Lezo, en Guipúzcoa, expulsan del pueblo a dos supuestos traficantes de droga

Dos personas fueron expulsadas en la madrugada del martes del barrio de Altamira, en Lezo (Guipúzcoa), por sus vecinos, que les acusan de ser traficantes de droga en esa zona. Desde hace varios meses existen pintadas en las paredes del pueblo en las que se leen nombres de ciudadanos a quienes se les tacha de ser traficantes. Las viviendas de los expulsados han sido selladas con tablas por los propios vecinos, que destrozaron también las ventanas de las casas.

Lezo tiene 5.600 habitantes y un índice de paro del 23%. La corporación, integrada por 13 concejales, está presidida por el alcalde, Mikel Arrizabalaga, de Herri Batasuna, que afirma que "este pueblo es un punto importante de tráfico de heroína, aunque el consumo de ésta prácticamente no existe". Considera que la actuación de los vecinos de Altamira responde a una situación por la que están atravesando, a o que existe la convicción moral de que los expulsados son traficantes, todo el mundo lo sabe y ellos están en la calle.Arrizabalaga es tajante al afirmar que "la autoridad judicial se está inhibiendo de su responsabilidad, porque a pesar de las denuncias se sigue traficando a la luz del día". El alcalde justifica la actuación de sus conciudadanos, y pregunta: "¿Qué es lo que tenemos que hacer entonces, callar? Está claro que hay un problema, y todo el mundo sabe quiénes son los responsables". Piensa que la decisión que han adoptado los vecinos de este barrio es un medio de autodefensa, y afirma que para ello han tenido que organizarse y formar piquetes en Altamira.

Desde el inicio de esta semana, los vecinos se encuentran vigilando la zona, y en la mañana de ayer continuaban en esta tarea y aseguran que impedirán el acceso de los traficantes a este barrio de Lezo. Los expulsados fueron escoltados por la Guardia Civil, que, según el alcalde, les comunicó que estas personas volverían a la localidad.

El Ayuntamiento denuncia

El pasado 4 de junio, el Ayuntamiento de Lezo hizo público un bando en el que se declaraba personas no gratas a Gabriel Vázquez Hernández, alias el Gabi; Margarita Martín Chaves; Mariví Arroyo, y la conocida por el apodo de la Zorongo, por las reiteradas denuncias efectuadas por los vecinos de dicho barrio respecto a su presunta implicación con el tráfico de heroína, así como por la comisión de las amenazas e intimidaciones denunciadas en la comisaría de policía de Pasajes y en el juzgado de instrucción de San Sebastián, así como en la inspección de la Guardia Municipal de Lezo.Algunas de estas personas figuran en pancartas y carteles desde hace meses, acusadas de ser traficantes de droga. El Ayuntamiento acordó interponer una querella criminal contra estas personas, de modo que fuese posible que los jueces realizasen un seguimiento de las denuncias realizadas por los vecinos. Asimismo instarán al Gobierno vasco, propietario legal del polígono de Altamira, para que investigue la presunta situación de ilegalidad de los vecinos acusados de traficar con heroína.

El alcalde de Lezo, Mikel Arrizabalaga, que preside la corporación formada por seis concejales de HB, tres de Eusko Alkartasuna, dos del PSOE, uno de Euskadiko Ezkerra y uno del Partido Nacionalista Vasco, permaneció durante el tiempo en que se desarrollaron los acontecimientos en el barrio de Altamira, y posteriormente se trasladó al Juzgado de Instrucción número 2 de San Sebastián, cuyo titular es el magistrado Juan Piqueras, donde presentó una denuncia contra los presuntos traficantes.