Los 7 países más ricos prevén un crecimiento mayor de la economía

Los siete países más ricos de Occidente abrieron anoche en Toronto (Canadá) una cumbre encaminada a analizar la bondad de las medidas adoptadas hace un año en la ciudad italiana de Venecia, que han garantizado el crecimiento sostenido y sin inflación de la economía mundial. El optimismo permitirá a los siete grandes revisar al alza las previsiones de crecimiento para los próximos meses, si bien cundía ayer el temor ante una posible subida de los tipos de interés por parte del Reino Unido y de la República Federal de Alemania (RFA).

Los jefes de Estado o de Gobierno de Estados Unidos, Japón, RFA, Francia, Italia, Reino Unido y Canadá pretenden que esta cumbre desemboque el martes en un mar de tranquilidad que no inyecte ningún elemento distorsionador en las próximas elecciones presidenciales norteamericanas.La reunión de Toronto se celebra a una semana de la apertura de la trascendental conferencia del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), que servirá de termómetro para medir la solidez del proceso reformista emprendido por Mijail Gorbachov. Los siete analizarán el grado de apoyo que deben ofrecer, política y económicamente, a la perestroika, o reestructuración del sistema soviético.

Reagan, que se despide así de la escena internacional -nadie en Toronto cree que vaya a haber una quinta entrevista con Gorbachov-, se entrevistó ayer con el jefe del Estado francés, el socialista François Mitterrand, quien, al revalidar su presencia en el Elíseo, se ha garantizado, si la salud se lo permite, la asistencia a otras seis cumbres económicas.

El presidente de EE UU amenizó la cena de anoche con un relato de lo que vio y escuchó en Moscú durante su viaje del mes pasado. Reagan, que volvió fascinado por el proceso de cambio que allí se vive, insistió en que la perestroika tiene su origen en la política de unidad y firmeza de los aliados occidentales.

Ayer, Japón anunció una fórmula para el pago de la deuda de los 17 países más pobres, que equivale en la práctica a un perdón durante cinco años del servicio de la deuda pública contraída por éstos con Tokio.

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