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EUROCOPA 88

Italia acabó siendo demasiado rival para Dinamarca

Sepp Piontek, por primera vez en sus nueve años como seleccionador danés, dejó en la caseta su chándal y apareció en la banda vestido de americana y corbata. Era como decirles a sus muchachos que había llegado el momento de romper moldes y volver a empezar. Los daneses aguantaron durante más de una hora a una selección italiana que acabó siendo demasiado rival para ellos.Piontek alineó a tan sólo cinco de los hombres que abrieron el torneo contra España y de pronto vimos a una selección danesa con ligero acento irlandés. Un conjunto correoso que rompía con faltas el ritmo de un conjunto italiano que, con seis hombres al borde de la suspensión, no se atrevía a pagar con la misma moneda.

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La defensa danesa controló a Vialli y Mancini con tres hombres, los marcadores Nielsen y Kristensen y el libre Lars Olsen, para luego poblar una zona central donde asfixiaba a Gianini y compensaba su inferioridad técnica a base de fuerza.

Italia, mientras tanto, volvió a ser la compañía de seguros de antaño. Minimizaba riesgos, consciente de que el empate le clasificaba. Se defendió con siete hombres e incluso para sacar faltas en situación peligrosa se resistió a situar a más de tres hombres en el área danesa.

Aún así, Vialli y Mancini repartieron cuatro oportunidades de batir a un Schmeichel que mezclaba errores y aciertos en la portería danesa. La ocasión más clara la perdió Mancini. Solo ante el portero en el minuto 57 no supo batirle.

Los hombres de Piontek, con Laudrup distribuyendo inteligentemente el juego desde posiciones retrasadas, y con un Heintze que penetraba por la izquierda, amenazaba, pero no parecía capaz de noquear con sus tímidos puñetazos.

Después de 65 minutos en los que las constantes vitales del partido no sufrieron variaciones, salió el delegado italiano con los números 18 y 16 en la mano. Entraba alfilerito Altobelli por Mancini. A los 20 segundos pinchó con su primer toque del balón al conectar con un centro de Vialli desde la banda izquierda donde el equipo de Piontek, por falta de lateral tras la sustitución de Frimann, ofrecía mucho espacio. Dinamarca pudo empatar tres minutos después cuando, primero PovIsen, y después Eriksen no consiguieron remachar un rechace en corto de un Zenga, que pasó unos minutos de agobio en la portería italiana.

El partido parecía destinado a acabar entre ataques daneses montados con más corazón que cabeza cuando hizo su segunda aparición el delegado italiano. Esta vez dio entrada a De Agostini y la maniobra volvió a funcionar. En la jugada siguiente, la defensa danesa permitió que un centro raso llegara hasta el segundo palo y De Agostini con su primer toque sentenció el partido.

Dinamarca, con su nueva imagen, quizá mereció mayor premio por su entrega y voluntad, pero tampoco podía aspirar a más.

Italia, mientras tanto, que acabó subcampeona del grupo por diferencia de goles, confirmó durante 65 minutos las dudas sobre el poder resolutivo de su delantera. Mancini, una de sus figuras ha marcado tan solo un gol en 16 partidos. Al final, tuvo que solucionar las cosas, abriendo el camino del triunfo, el veterano Altobelli.

En realidad, hasta la aparición de su delegado, los italianos se mostraron deficientes en ataque, un factor que necesitan resolver si tienen aspiraciones de ganar el torneo.

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