Camacho, reservado
Camacho lo intentó hasta el último momento, pero tuvo que desistir ante las recomendaciones de los médicos y del propio Muñoz. Si su presencia hubiera sido considerada vital, no cabe duda de que se habría alineado con un fuerte vendaje protector y una inyección para calmar sus dolores. Pero, dado el buen partido de Soler ante Dinamarca, Muñoz prefirió reservarlo para el encuentro ante la RFA.Muñoz creyó que los italianos, atentos a explotar las debilidades del rival, podrían provocarle en una carga una nueva subluxación en su hombro derecho y perderle en un partido de tanta trascendencia era un lujo que no podía permitirse.
A pesar de todo, Camacho se entrenó en solitario durante la mañana de ayer. Escondido entre los árboles y el césped que rodean el hotel donde se encuentra la selección, era todo un espectáculo contemplarle cómo realizaba ejercicios físicos bajo la supervisión del preparador, Manuel Delgado Meco. De vez en cuando, su rostro reflejaba el dolor, pero seguía una y otra vez.
"Es un ejemplo para todos", comentaba el traumatólogo Jorge Guillén, "pero hubiera sido un riesgo hacerle jugar".
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