La situación en las cárceles
Le rogaría me publicase la siguiente carta, con el fin de que los lectores de su diario tengan una información veraz y no demagógica.En el artículo publicado por ustedes el 25 de mayo de 1988, que firma Juan José Moreno Cuenca, alias el Vaquilla, y que titula Nuestras cárceles, sin demagogias. Lo primero que pienso es que alguien le ha dictado eso, que alguien se lo ha puesto a firmar, o que tal vez ese tratamiento y esos medios de reinserción social han funcionado bastante bien en él. ¿Desde cuándo le importa al Vaquilla algo que no tenga que ver con la droga, el chantaje, las amenazas, etcétera, dentro de la prisión?
También es casualidad que se: publique este artículo criticando el tratamiento cuando los funcionarios de prisiones nos encontramos haciendo una huelga para pedir seguridad dentro de los centros penitenciarios, seguridad con la cual se pretende que individuos como el Vaquilla, refractarios al tratamiento y a todas las medidas de reinserción, estén donde deben estar: en los celulares de las prisiones de máxima seguridad, con el fin de que otros internos, de no tantas características especiales como él, puedan beneficiarse de ese tratamiento y reingresar a la sociedad en las mejores condiciones posibles, y eso se conseguirá cuando individuos como el Vaquilla y otros igual que él dejen de boicotear y hacer lo posible por que eso no se lleve a cabo.- Antonio Fernández Monjas. . Segovia.
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