FECSA presenta hoy unas pérdidas de 15.200 millones en 1987

FECSA (Fuerzas Eléctricas de Cataluña, SA) celebra hoy en Barcelona una junta general ordinaria y extraordinaria de accionistas para poner a examen sus resultados de 1987, ejercicio en que registró unas pérdidas de 15.200 millones de pesetas, y para pedir aprobación a las medidas financieras que deben completar la aplicación de su plan de viabilidad. El presidente de la compañía, Luís Magaña, afirmó ayer que la reestructuración de la deuda está prácticamente lista y que en cuestión de semanas se firmará el contrato con las entidades acreedoras.

En estos momentos sólo persisten las dificultades planteadas por un grupo de cajas de ahorros, que se resisten a tomar la parte que les correspondería en la futura emisión de bonos convertibles. Dichas cajas concentrarían demasiado riesgo en FECSA si incrementaran su participación accionarial, lo que hace difícil la búsqueda de una solución. Magaña adelantó ayer que la cuestión se resolvería en 15 días, tal vez redistribuyendo los bonos y aumentando la cuota a cajas más proclives a fortalecer su presencia en el capital de la empresa eléctrica.

Ingresos atípicos

Las pérdidas registradas por FECSA en 1987 (15.200 millones) fueron sensiblemente superiores a las de 1986 (12.657 millones) a pesar de que hubo ingresos atípicos por un importe cercano a los 6.000 millones, procedentes de la desinversión en filiales no eléctricas y propiedades inmobiliarias. Magaña justificó la cuenta de resultados explicando que "sólo una muy pequeña parte de las medidas previstas en el plan de viabilidad empezó a aplicarse en 1987", por lo que el ejercicio se desarrolló "en el contexto de la evolución inercial crecientemente negativa a la que estaba abocada la empresa".La mejora de gestión y las primeras medidas de saneamiento permitieron, sin embargo, reducir los costes financieros un 3,8% y el endeudamiento global en 55.858 millones de pesetas (de los que 13.513 millones se ahorraron gracias a la baja del dólar). También se incrementaron los recursos propios en 9.635 millones, quedando el capital a 31 de diciembre de 1987 en 135.221 millones frente a los 92.723 millones de un año antes. En estos momentos el capital suma 181.957 millones, y con las ampliaciones posteriores a la junta quedará en unos 207.000 millones.

Una de las cuestiones cruciales de la junta de hoy, junto al examen de los resultados, será la explicación de los movimientos registrados en el accionariado por las distintas ampliaciones y su reflejo en el consejo de administración. En estos momentos, el resto del sector eléctrico cuenta con un 37,6% del capital, con Iberduero (10%) y Endesa (9,4%) como principales accionistas.

Banesto ha ampliado sensiblemente su participación en los últimos meses, al comprar la autocartera de FECSA por 4.500 millones, a los que se añaden los 5.200 millones que le correspondió invertir dentro del reparto de capital en el sector bancario y la conversión en capital de la deuda que la eléctrica tiene con el banco. La fusión de Banesto con el Banco Central (poseedor de casi un 4% del capital de la compañía eléctrica) refuerza la posición de este nuevo grupo bancario en FECSA, por lo que podría contar con nuevos consejeros.