_
_
_
_
RELIGIÓN

Mutismo del Vaticano sobre el anunciado acuerdo con el arzobispo Lefebvre

Juan Arias

El misterio Lefebvre sigue en pie. A pesar de todos los rumores de los días pasados, que daban por inminente la publicación por parte del Vaticano del acuerdo entre el papa Wojtyla y el arzobispo rebelde, suspendido a divinis por Pablo VI -que se murió sin querer recibirle-, ayer la Santa Sede siguió en su mutismo.

Nadie ha podido confirmar la presencia de Lefebvre en Roma, pese a que se dijo que había llegado ya a esta ciudad para firmar el acuerdo definitivo al que había llegado con el cardenal Joseph Ratzinger, prefecto del ex Santo Oficio, el pasado 6 de mayo.Hay, incluso, quien pone en tela de juicio que exista un acuerdo definitivo. Más bien se habla de un principio de acuerdo aceptado por ambas partes y que ahora el ex Santo Oficio ha presentado a las conferencias episcopales más directamente interesadas, como Francia, Suiza, España, Canadá, etcétera. Y de hecho ayer se decía que algunos obispos de esas conferencias episcopales desean discutir algunos puntos del acuerdo.

De cualquier modo, si hay comunicado, según algunos antes del final de esta semana y según algunos antes de la semana próxima, dicha nota vaticana se limitaría a anunciar que el Papa ha quitado la suspensión a divinis al arzobispo Lefebvre impuesta por Pablo VI, que le impide celebrar los sacramentos en público, y al reconocimiento por la Santa Sede de la fraternidad de Pío X fundada por el arzobispo rebelde.

El problema más delicado sigue siendo el de la consagración de un obispo dentro de la fraternidad. Lefebvre había amenazado con hacerlo por su cuenta sin permiso del Vaticano, lo que equivaldría a abrir un nuevo cisma. Por ello, Juan Pablo II estaría dispuesto a elegir obispo a uno de los tres sacerdotes candidatos presentados por Lefebvre y y que hoy forman parte de su fundación. El problema es si dicho obispo será también consagrado por el Papa o bien si Juan Pablo II permitirá a Lefebvre que lo consagre él. Y en esto algunas conferencias episcopales no estarían de acuerdo porque piensan que sería concederle demasiado.

Otro punto que preocupa a los obispos es la forma jurídica que se le va a dar a la fraternidad de san Pío X, por miedo a que los partidarios de Lefebvre puedan escapar al control de los obispos si dicha fraternidad quedara sólo bajo la jurisdicción directa del Vaticano. Lo cierto es que al Papa, que está hoy empeñado en el diálogo ecuménico con los ortodoxos con motivo del milenio cristiano de la URSS, le urge zanjar esta cuestión antes de que un golpe espectacular de Lefebvre pueda echarlo todo al traste, haciéndole explotar un nuevo cisma que empañaría su imagen, justo en el décimo aniversario de su pontificado, que se celebrará en octubre próximo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_