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El Barcelona ganó un primer partido equilibrado

, El Barcelona ganó el primer partido de la final de Liga, concertada al mejor de cinco encuentros. Fue un juego igualado, con un ritmo lento, disputado con absoluto control de la posesión del balón, en el que predominaron las defensas y se acabó resolviendo en favor del Barcelona como podía haberse resuelto al revés. Ninguno de los dos equipos tuvo una ventaja superior a los siete puntos y en las acciones finales hubo más miedo a perder que íntención expresa de ganar.

Sí este partido es el modelo de lo que podemos presenciar en este play-off final, está garantizada la emoción en la misma proporción en que estará ausente el baloncesto espectáculo. Los dos finalistas jugaron en el Palau Blaugrana con un respeto mutuo que cortó cual brote de inspiración fuera de los sistemas preestablecidos y que para esta ocasión alteraron los entrenadores. El Real Madrid, por primera vez en varios meses, presentó alternativas ofensivas sobre el juego de sus hombres exteriores y el Barcelona llegó a variar sus clásicas jugadas de banda.

De cualquier forma, la capacidad de sorpresa es reducida entre dos equipos que se conocen sobradamente. El Real Madrid quiso mostrarse mandón y sobrio dominando el marcador desde el inicio con un 0-5 obra de Biriukov. Los dos defendían en individual, a pesar de que una esporádica acción en zona de acoplamiento 2-3 le permitió robar un balón al Madrid. El emparejamiento Norris-Fernando Martín se demostró como el más decisivo. Ayer se rozaron las tablas en el cómputo final de sus acciones.

Jiménez aportó algo más a su juego interior en luchas uno contra uno. Epi volvió a sacrificarse en defensa perdiendo algo de su efectividad ofensiva. Trumbo se mostró en su buena línea reboteadora y Martínez tuvo una actuación simbólica en los primeros seis minutos de partido, en los que casi no tocó el balón y no volvió a actuar. Además, los pivotes se mostraron acertados a la hora de cortar balones. Todo esto bajo la sabia dirección de Solozábal, que volvió a tener la bola final en sus manos y aunque falló el lanzamiento la controló el tiempo suficiente.

Ante esto, el Real Madrid respondió con el acierto en el tiro exterior de Biriukov y la colaboración habitual de Alexis en el rebote defensivo. Branson tuvo dos partes muy diferenciadas, diluyéndose en la segunda, cuando las faltas le acosaban. Fernando Martín se gastó en la lucha con Norris. Esto da a entender que aunque Lolo Sainz diga que saldrán a morir en el segundo encuentro, su equipo tendrá que aportar más soluciones para lograr la victoria o simplemente optar a otro encuentro igualado resuelto por el azar final.

El Real Madrid tuvo su máxima ventaja en el 7-14 a los cuatro minutos, gracias al acierto exhibido en el tiro en los inicios, antes de ceder ante la defensa del Barcelona. Tras pasar por el descanso con ventaja barcelonista por 41-39, los de Aito repitieron en diversas ocasiones su máxima diferencia de siete puntos. A los tres minutos finales se llegó 7169 por la mejor disposición defensiva del Madrid y en esta fase decisiva Norris erró dos tiros, Fernando Martín hizo unos pasos y en medio del nerviosismo, Epi se jugó las dos bolas decisivas. Solozábal controló el balón en los últimos instantes, pero en el último segundo un lanzamiento de Antonio Martín pudo cambiar el resultado.

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