El grupo March y Freixenet presentan una oferta por las bodegas Williams & Humbert
El grupo March y la firma catalana Freixenet, SA, han presentado una oferta conjunta para optar a la adjudicación de la sociedad Williams & Humbert, SA, propiedad de la Rumasa estatal, cuyo proceso de reprivatización se inició formalmente el pasado 3 de mayo, a las dos de la tarde, con el cierre de recepción de ofertas. La de March y Freixenet es una de las 10 ofertas que competirán por la propiedad del jerez Dry Sack la marca más famosa de las que comercializa Williams.
Éste es el tercer o cuarto intento de reprivatización que tiene lugar con Williams, la última empresa que fuera propiedad del empresario Jerezano José María Ruiz-Mateos que queda por privatizar, y que ha protagonizado una historia rocambolesca en los intentos del Patrimonio del Estado por devolverla a manos privadas. Al menos en dos ocasiones, Williams & Humbert ha estado al pie del altar con su supuesto dueño, y en ambas ocasiones se ha quedado compuesta y sin novio. Pero, caso curioso, esta es una novia extraña cuya dote aumenta con los sucesivos fiascos en lugar de devaluarse.Rumasa ha recibido nada menos que 91 cartas de intenciones en la apertura de éste que se considera último y definitivo intento de casamiento con la. iniciativa privada. De ellas, más de 23 potenciales oferentes han visitado las bodegas jerezanas, de los que al final una decena ha presentado oferta de manera formal.
Más ofertas
Junto a March-Freixenet concurren de nuevo Tabacalera, SA, en unión de la firma jerezana Osborne y Compañía. Ambos comparten accionariado en Sánchez Romero Carvajal, SA, la firma jamonera de la sierra de Huelva. Tabacalera y Osborne ya optaron seriamente a la mano de Williams en el último intento reprivatizador. Concurre también la sociedad pública Mercados en Origen, SA (Mercorsa), en unión de las cooperativas andaluzas IFA. En medios jerezanos se ha especulado igualmente con la posible concurrencia del bodeguero José Estévez, que podría ir acompañado del cantante Julio Iglesias.Las exigencias de la Rumasa estatal han subido de grado para intentar no caer de nuevo en los fiascos pasados. Así, ha exigido esta vez a los ofertantes la presentación de un aval bancario por importe de 100 millones de pesetas, para que, en caso de resultar adjudicatario en las condiciones de la oferta de que se trate, pierda el dinero del aval en caso de que se negara a firmar el definitivo contrato en las condiciones descritas en la oferta.
El último y frustrado adjudicatario de Williams & Humbert fue el grupo venezolano de José Álvarez Stelling, propietario del Banco Consolidado de Venezuela y del Perfecto Castro Canosa gallego. En la oferta de Álvarez Stelling figuraba con un porcentaje del 10%, la propia Freixenet. El grupo venezolano no firmó el contrato de compraventa, dejando empantanado al Patromonio y a Rumasa. La decisión, sin embargo, conmocionó la estructura del grupo venezolano en España, hasta el punto de que la reciente salida de José Luis Perona del Perfecto Castro Canosa no es más que una consecuencia de aquel fiasco.
Durante 1987, la sociedad jerezana mejoró tanto su cifra de facturación como su cuenta de resultados antes de gastos financieros, pero este renglón sigue siendo su principal problema. A partir de este momento, la homogeneización y selección de las ofertas correrá a cargo de Improasa, el broker del Patrimonio del Estado, no siendo probable que se llegue a una adjudicación hasta el próximo mes de junio. Al margen de las ofertas presentadas, es probable que Improasa mantenga contactos con algún grupo que, aunque se ha querido presentar ese aval, pudiera ser un destinatario adecuado.
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