Corea del Sur

Hace cuatro meses, contra todo pronóstico, Roh Tae Woo había ganado la elección presidencial frente a una oposición ampliamente mayoritaria, pero dividida. El martes 26 de abril, por primera vez en la historia del país, el partido gubernamental no ha conseguido alcanzar la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, a pesar de una ley electoral que le era favorable. Con todo, desde su llegada a la presidencia e la república, Roh había llevado a cabo cierta liberalización tras largos años de régimen militar. Había conseguido también apartar a los partidarios de su redecesor, el general Chun, e incluso encarcelar al hermano de este último por corrupción. Pero estos gestos no han sido suficientes para convencer a una mayoría de coreanos de que otorgue a su Partido de la Justicia y de la Democracia un cheque en blanco en el Parlarriento. Contrariamente, los electores han querido hacer resurgir, frente al partido gubernamentzd, una especie de contrapeso en el seno de la Asamblea. Tanto en la composición del Gobierno saliente como en la cúpula de los servicios de información -instrumentos del autoritarismo en regímenes precedentes-, la herencia del pasado sigue siendo marcada. A pesar de algunos fraudes denunciados por la oposición, Roh ha sufrido un serio revés. Al no poder gobernar solo, deberá tender la mano no sólo a algunos independientes, sino incluso a una parte de la oposición, para formar una coalición mayoritaria. 28 de abril