Lluvia de granadas y misiles sobre la capital de Pakistán al estallar un polvorín
Un centenar de muertos y más de 800 heridos causó ayer por la mañana la explosión de un depósito de municiones situado en Faizabad, a cinco kilómetros de la capital de Pakistán, Islamabad, y muy cerca de Rawalpindi. La explosión, que según la radio oficial fue fortuita, provocó que salieran disparados numerosas granadas de obús y misiles tierra-aire, muchos de los cuales cayeron en el barrio diplomático de la capital. Uno de los proyectiles explosionó muy cerca de la residencia del primer ministro, Mohamed Jan Junejo, que no se hallaba en la capital, y otro causó la muerte del parlamentario y ex ministro Jakan Abasi.
La cifra de víctimas es aún incierta. La televisión oficial de Pakistán anunció que los muertos eran 58 y la agencia APP situaba los heridos en más de 850. Sin embargo, fuentes oficiales dijeron que la cifra de muertos ascendería notablemente, dado el crítico estado de muchos de los centenares de heridos que han sido hospitalizados.Un portavoz militar indicó que las explosiones en el depósito de Faizabad se debieron a un incendio provocado accidentalmente. Tampoco se conoce el número de víctimas entre el personal militar del cuartel de Ojri, contiguo al depósito incendiado. Según algunas fuentes, varios centenares de soldados se hallaban en el cuartel, pero el sector ha sido cerrado por el Ejército y las fuerzas de seguridad.
La mayor parte de las calles de la capital han sido cerradas la tráfico por la policía, e incluso el Parlamento paquistaní tuvo, que suspender su sesión mientras las granadas y otras municiones llovían sobre la ciudad. Según testigos presenciales, una hora y media después de la explosión seguían cayendo misiles y restos de metralla sobre numerosos barrios de las ,dos ciudades, que, a su vez, -provocaban numerosos incendios menores.
Cinco horas después de la primera explosión, las llamas del incendio del depósito de municiones se podían ver perfectamente desde las dos ciudades, situadas a varios kilómetros de distancia, y 10 horas más tarde el fuego no había sido aún apagado.
El primer ministro, Mohamed Jan Junejo -cuya residencia sufrió el impacto de un proyectil que se encontraba visitando la provincia surefla de Sind, decretó el estado de duelo nacional. Jakan Abasi, parlam.entario y ex ministro de Producción, murió al ser alcanzado su vehículo en una calle de Islamabad por un misil cuando, tras haber escuchado las primeras explosiones, se dirigía hacia el Parlamento para ponerse al corriente de lo sucedido.
Fuegos de artificio
La primera explosión se produjo a las 9.55, hora local (6.55, hora peninsular), y fue.seguida por una serie de explosiones que coincidían con la salida hacia el aire de las bombas, granadas de obús y misiles almacenados, que convirtieron el cielo en un mortífero fuego de artificio durante casi una hora.
Las autoridades han pedido a la población que avise sobre los proyectiles caídos que nohayan explosionado. Uno de los barrios más afécdos por las lluvia de explosivos fue el que alberga la mayoría de las embajadas en Islamabad. Algunos proyectiles cayeron en el interior de las sedes diplomáticas de EE UU y China, así como en la residencia del embajador de Omán. No se tienen noticias de ninguna víctima española. También se registraron explosiones en un importante hotel de la capital y en la Escuela Francesa.
El presidente paquistaní, Mohamed Zia Ul Haq, cuya residencia se encuentra en el Cuartel General del Ejército, a unos cinco kilómetros del lugar de la explosión, ha enviado un mensaje de duelo a todo el pueblo paquistaní desde Kuwait, donde asistía a una reunión de dirigentes de países islámicos, que ha abandonado para regresar de inmediato a Islamabad.
Por otra parte, anoche explosionó una potente bomba en la oficina de las líneas aereas de Arabia Saudí en Karachi, la mayor ciudad de Pakistán. Siete personas resultaron heridas, una de las cuales se encuentra en estado crítico.
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