El Tracer de Milán campeón de Europa de baloncesto

El Tracer de Milán ganó por segunda vez consecutiva la Copa de Europa derrotando al mismo finalista de la última edición, el Maccabi de Tel-Aviv. El partido tuvo mucha presión ambiental a la que contribuyó el marcador siempre igualado. McAdoo volvió a ser, como en las semifinales, el jugador decisivo del Tracer y fue elegido el jugador más valioso de la final. En este partido las faltas personales impidieron que Kevin Magee se convirtiera en un elemento clave para el Maccabí. El campeón retuvo su título.El Maccabi dominó los primeros 10 minutos de partido en los que llegó a obtener una ventaja máxima de siete puntos (643). Los triples iniciales de Gainchi dieron alas al Maccabi, que superaba a la defensa individual italia:na. En los emparejamientos del Maccabi destacaba la misión de Ganichi frenando a McAdoo, que visto su acierto en el tiro exterior merecía más la atención de un alero que la de un pivot. El Tracer cambió su sistema defensivo a una zona 2-1-2, con el mítico Meneghin en el centro de la misma, y tomó la delantera, que ya no cedería, en el minuto 10. El Maccabi atravesó su primera crisis de juego mediado este período. Por un lado, se le escapaba el Tracer, más rápido en su juego con veloces contraataques, y, por otro, Magee se cargaba con tres faltas personales. La presión italiana en defensa tampoco les permitía una buena selección de tiro.

En estos instantes Barlow se mostraba ausente y Simms inquieto y acelerado. Un triple de McAdoo fue el mazazo definitivo. Al descanso se llegaba 52-41, tras cometer Magee, a cinco segundos de la conclusión, su cuar ta falta. En los dos primeros minutos de la reanudación, los italianos se fueron por hasta 14 puntos (55-41), pero la zona que implantó el Maccabi en defensa les puso freno.

Acabada una etapa de imprecisiones, DAntoni dirigió magistralmente a los suyos hacia la victoria. Un Mike D'Antoni que realizó todos sus lanzamientos desde más allá de 6.25. El Tracer fue justo campeón.