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Aurora Bilbao

Coordinadora en Espada de Médicos contra la Guerra Nuclear

Aurora Bilbao es desde hace cuatro meses coordinadora de las actividades que en España desarrolla la Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear (IPPNW). En 1985, en unas jornadas sobre salud pública,conoció a Pedro Zarco, presidente de la mencionada asociación en nuestro país. "La charla de Zarco sobre los efectos médicos de una posible guerra nuclear me impactó de tal forma", dice Aurora, "que me puse en seguida a trabajar en esa causa".

Nació hace 38 años en una familia modesta del popular barrio bilbaíno de Tívoli, y lo que peor soporta desde que está en Madrid es el alejamiento de su tierra y de su gente. En 1968, y después de regresar de tierras británicas, donde trabajó dos años como au-pair, comienza sus estudios de medicina en la universidad del País Vasco, mientras trabaja como auxiliar de clínica en el hospital de Basurto. "La razón de que estudiara medicina fue una consecuencia de mi educación cristiana", comenta Aurora Bilbao.En 1984 estudia genética en los hospitales de Cruces y Basurto y encuentra en esta especialidad una de sus pasiones. La otra es esforzarse a diario para evitar en lo posible una guerra nuclear. "Esta lucha es a veces muy poco gratificante, pues los buenos resultados se producen con lentitud".

Aurora Bilbao se ha convertido en una trotamundos desde que hace unos meses llegó a Madrid para impulsar en España esta asociación de médicos que pretenden explicar al mundo cuáles serían los efectos clínicos de una catástrofe nuclear. La asociación IPPNW -creada en 1980 por iniciativa de los médicos Bernard Lown y Evgueni Chazov, norteamericano y soviético, respectivamente- está integrada por 55 países, cuenta con 180.000 socios en todo el mundo y recibió el Premio Nobel de la Paz en 1985.

Semejante éxito no ha servido para que la asociación española de médicos para prevenir la guerra nuclear, que se creó en 1983, crezca. "Aquí la gente no se siente atraída por el asociacionismo, y los profesionales de la sanidad no son una excepción. Es triste pensar que de 114.000 médicos que hay en España tan sólo 500 personas relacionadas con la sanidad estén asociadas en la IPPNW. Desgraciadamente, la asociación no tiene eco ni entre los médicos ni en las altas esferas".

A finales del pasado año Aurora Bilbao asistió en Praga al simposio europeo de la asociación, donde se elaboró un manifiesto que fue enviado a Ronald Reagan y a Mijail Gorbachov. En él se pedía a los máximos dirigentes de Estados Unidos y de la URSS que prohibieran todo tipo de pruebas nucleares. Poco antes, en mayo de 1987, en el séptimo congreso internacional de la IPPNW, celebrado en Moscú, Aurora Bilbao fue designada miembro destacado de la asociación por su labor en favor de la misma en nuestro país.

Esta menuda bilbaína, soñadora y rebelde, a quien sus amigos llaman cariñosamente la hormiga atómica, concluye: "Cada segundo se gastan 3,5 millones de pesetas en armas en el mundo mientras muere un niño de hambre o enfermedad, algo que es totalmente evitable".

Aurora Bilbao anima a otros colectivos, "sobre todo a penodistas, enseñantes y militares", a asociarse y luchar para prevenir la guerra nuclear y el incremento del armamentismo.

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