Calurosa apuesta

Hoy, acompañando a una vistosa pero finalmente convencional película de exóticas aventuras, La India en llamas, a un inédito Oshima, Juventud desnuda, y a un musical sentimental y ligero confeccionado a mayor gloria de su ostentosa protagonista, Anna Neagle, y rudimentariamente dirigido por Herbert Wilcox, Irene, TVE vuelve a emitir una comedia de Fernando Trueba, Sal gorda. No es de las mejores suyas. Fácilmente uno puede preferir, sin salirnos del género, Ópera prima o Sé infiel y no mires con quién, pues están sus guiones mejor condimentados y en frescura e inspiración, mucho más perfectos. Con todo, Sal gorda tiene escenas de mérito y produce una sincera y por momentos delirante diversión.Hemos mentado a Oshima. Ahí está para el cinéfilo de verdad el mejor regalo del día. Un Oshima desconocido y primerizo -su segundo largometraje- sobre las relaciones de una joven pareja, condicionadas sin solución posible al contexto social en que viven y abocadas a un desenlace trágico. Sexo, violencia y ambientes turbios para una película por la que apostamos calurosamente.