_
_
_
_

Incolora, inodora, insípida y fluorada

El consumo de agua tratada con fluoruros mejora la salud bucal e impide el desarrollo de la caries

Ana Alfageme

J. M. Eager, un médico del Servicio de Salud Pública estadounidense destacado en Nápoles, observó a comienzos de este siglo que algunos emigrantes italianos procedentes de una determinada región tenían la dentadura punteada por unas antiestéticas manchas oscuras. Al mismo tiempo, comprobó la tendencia de estas personas a tener dientes fuertes, bien formados y poco propensos a sufrir caries. Años más tarde, cuando mediaba la década de los treinta, se pudo saber que aquellas manchas de los emigrantes italianos se debían a la riqueza de fluoruros en el agua potable.

Más información
Opiniones encontradas
Sal de mesa y colutorios

Más adelante se determinó que una concentración de 1 miligramo de fluoruro por litro de agua era la medida deseable para lograr una dentadura más sana y libre del moteado, que aparece a partir de concentraciones de 1.5 a 2 miligramos por litro.El flúor es un gas cuyos compuestos -los fluoruros- abundan en la naturaleza en forma de depósitos minerales, que pueden ser arrastrados por los cauces de agua que entren en contacto con ellos. Algunos alimentos, como el pescado de mar y el té son muy ricos en este compuesto, que refuerza el esmalte dental. Cuando se ingiere -también puede ser inhalado- la absorción gastrointestinal es rápida y su fijación se produce en el hueso y en el diente en formación, en el que se incorpora sobre la matriz del esmalte. Este esmalte ya formado reacciona a su vez fijando el fluoruro presente en los líquidos que bañan las superficies internas. De ahí su importancia en las edades infantiles, aunque también es beneficioso para los adultos.

El servicio de Salud Pública norteamericano inició en 1945 la experiencia de añadir fluoruros al abastecimiento de tres poblaciones.

150 millones de personas

Quince años después de la fluoración, los jóvenes de la ciudad de Grand Rapids (Michigan), tenían hasta un 63% menos de caries que los muchachos de las comunidades no fluoradas.La enumeración de estudios realizados en ciudades norteamericanas fluoradas sería interminable. La fluoración de las aguas en algunos estados norteamericanos está, incluso, amparada por ley, lo mismo que ocurre en Argentina, Grecia o Irlanda.

Tras treinta años de experiencia de fluoración en ese país, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó en 1959 una campaña a escala mundial para la flouración de aguas de consumo. Actualmente 150 millones de personas en 33 países beben agua fluorada. En 1978, la 31ª Asamblea Mundial de la Salud, reafirmó su apoyo a la fluoración de las aguas como medida "inocua, barata y efectiva", una actuación que ya había sido dictaminada positivamente por un comité de expertos de la Federación Dental Internacional. (FDI) 20 años antes.

España está a la zaga de las medidas preventivas de otros países. Algunas poblaciones fluoran sus aguas, pero no existe ninguna política centralizada, mientras la Dirección General de Planificación Sanitaria del Ministerio de Sanidad y Consumo está elaborando un informe sobre la fluoración que quiere tener finalizado antes de fin de año, según José Luis Yagúe, jefe de servicio de Evaluación de Areas de Salud del departamento. Yagüe señala que la fluoración de aguas de consumo "es la medida más correcta, teniendo en cuenta que se podrían optimizar los recursos que se emplean ahora en salud bucodental".

La importancia de una disminución de esta enfermedad se hace patente si se revisan los datos relativos a la salud dental de los españoles. Según un reciente estudio de la Organización Mundial de la Salud, el 90% de los niños españoles de 12 años sufre caries. En el caso de la Comunidad madrileña, el porcentaje sube al 98%, según datos de la Fundación para la Salud Bucal en un estudio realizado en la Escuela de Estomatología de Madrid. Sin embargo, hace 15 años la incidencia de la caries en España era un 17% menor. El incremento es similar al registrado en la mayoría de los países en vías de desarrollo, como Thailandia o Nigeria, por ejemplo. En el capítulo de las curaciones, también se presentan diferencias. Si en Europa se obturan entre 30 y 60 caries de cada 100, en España sólo se tratan entre una y tres.

La OMS, en su programa Salud para todos en el año 2000, propone que se tomen medidas para que, cuando se inicie el siglo XXI, la mitad de los niños españoles entre cinco y seis años no padezcan caries. Juan Moreno apostilla: "Si se continúa así, el lema para España será Caries para todos en el año 2.000". "Aunque haya un exceso de odontólogos, la salud dental no mejorará hasta que no se fluorice el agua de consumo y no se prescinda de alimentos cariogénicos", insiste José Luis Yagüe.

Veinte pesetas al año

En España, el debate está abierto, pero los expertos coinciden en señalar la bondad de la medida: "Con la fluoración de las aguas la reducción de las caries es de un 50%", afirma Juan Moreno, catedrático de Estomatología Infantil y Ortodoncia en Madrid.Por su parte, la Fundación para la Salud Bucal, entidad integrada por más de 100 odontólogos y estomatólogos, mantiene que el coste de fluorar el agua de consumo sería de entre 20 y 25 pesetas por individuo al año. La Fundación ha solicitado que se realice la fluoración de las aguas de consumo de la Comunidad madrileña, donde solo Algete -1.4 miligramos por litro- presenta un nivel aceptable. El resto de las localidades madrileñas está muy alejado de la cifra óptima, comenzando por la propia ciudad de Madrid -0.07 miligramos por litro-.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Ana Alfageme
Es reportera de El País Semanal. Sus intereses profesionales giran en torno a los derechos sociales, la salud, el feminismo y la cultura. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora jefa de Madrid, Proyectos Especiales y Redes Sociales. Ejerció como médica antes de ingresar en el Máster de Periodismo de la UAM y EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_