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Rupérez afirma que el proyecto político de Democracia Cristiana es "de centro, civil y laico"

Anabel Díez

El presidente del PDP, Javier Rupérez, que a partir de hoy será de Democracia Cristiana (DC) una vez que el consejo político del partido apruebe el cambio de nombre, ofreció ayer a los españoles un proyecto político "de centro, civil y laico", y propuso como primer objetivo concreto obtener unos resultados favorables en las elecciones para el Parlamento Europeo de 1989.

Rupérez inauguró la convención de su partido que tiene como objeto definir una nueva estrategia y conseguir que la sociedad les identifique como el partido en el que pueden estar cómodos todos los españoles que se sientan demócratas y cristianos. Además de las principales figuras de la Internacional Demócrata Cristiana asistieron al acto numerosos invitados, como Joaquín. Ruiz-Giménez, Landelino Lavilla y Juan Antonio Ortega y Díaz Ambrona, a quienes Rupérez invitó públicamente a que se incorporen al partido.El dirigente demócrata cristiano aseguró que la nueva denominación no obedece a una simple operación de imagen. "El cambio de nombre responde a un cambio de estrategia y desde luego a una imperiosa necesidad de identificación", manifestó Javier Rupérez. Éste quiso alejar del auditorio, más de 300 personas, la idea de que su partido está en el panorama político tan sólo de forma testimonial: "Yo quiero un partido demócrata cristiano para ganar elecciones, para gobernar".

Pactos

Antes de que tomara la palabra se dirigió a los militantes e invitados el secretario general, Luis de Grandes, que en un alarde de sinceridad, reconoció que el nuevo impulso del partido venía obligado por la reflexión en la que entró el partido tras el fracaso electoral de junio. En esa misma sesión los miembros del consejo político aprobaron por aclamación el nombramiento de vícepresidente del partido para Modesto Fraile.Los participantes con voz y voto, es decir, los miembros del consejo político, discutieron ayer y continuarán hoy las tres ponencias destinadas a la vida, organizativa del partido, la ideología y la elaboración de resoluciones de cara a la sociedad. Según fuentes consultadas de la convención, la ausencia en estos documentos de cualquier alusión a posibles pactos electorales con otras fuerzas políticas es deliberada, toda vez que la pretensión a medio plazo es la de darse a conocer como proyecto autónomo.

El secretario general de la Internacional Demócrata Cristiana y ex presidente de Venezuela, Luis Herrera Campins, animó a los democristianos españoles a seguir trabajando para encontrar un espacio político con un apoyo social importante, además de brindarles todo el apoyo de la comunidad internacional de esa ideología.

Rupérez, que abrió la sesión con la petición de un minuto de silencio en solidaridad con Emiliano Revilla, el empresario secuestrado por ETA, solicitó públicamente a los invitados no militantes que se adhirieran a la organización. Joaquín Ruiz-Giménez afirmó que su presencia se debía a la amistad que tenía con Rupérez y otros miembros de ese partido y descartó de forma inmediata su militancia en cualquier fuerza política. Landelino Lavilla se adelantó con humor a la obligada pregunta y afirmó que no tenía previsto militar en la Democracia Cristiana.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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